Tumbado en el sofá después de tanto vuelvo a sentir algo parecido a entonces, ya lo había olvidado, pero no lo suficiente. Entonces me levanto y me dirijo a un mal cuidado cuaderno negro, para intentar dejar en sus páginas blancas lo peor de ese sentimiento. Poco a poco desaparece... era sólo el eco de una explosión pasada, un rescoldo de lo que fuimos y de lo que todavía oprimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario