Todas las mañanas empiezo de cero porque la noche anterior formateo todos los equipos para volver a despertarme vacío y virgen, es mi método de supervivencia, vivir en el inmediato presente, siempre un segundo por delante, así puedo tratar de mantener el equilibrio. Ensucié el pasado y ahora no puedo borrarlo, observo los árboles, el viento susurra entre ellos, es la voz del universo que siempre recita el mismo manifiesto, no te preocupes, careces de importancia. A veces asusta, la mayor parte del tiempo me estimula la certeza de saber que nada de lo que en una vida se haga pueda ser realmente relevante dentro de las mareas del tiempo. Soy un pétalo de flor, un aleteo en el viento, un rayo de Sol.
