Se introducen en mi pensamiento
y hablan por mí,
no les invité pero
no me molesta su presencia,
no les pedí nada pero
llegaron para hacerme un favor.
Y miro el exterior entre
los barrotes de mi jaula de oro y
todo se vuelve azul,
las caras se tiñen también,
un haz de luz del cielo que
solo me apunta a mí.
Me cago en la puta,
maldigo al creador,
me cago en la puta,
de mientras pido perdón.
Tengo un sentimiento que
no puedo explicar, pero
me hace estar en movimiento.
Tengo un sentimiento que
no logro entender, que
tira de mí y
seca mis lágrimas.
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