Sin embargo a todo, no nací de nuevo; de entre mis lágrimas, cenizas y dibujos paranoicos para vivir con miedo a la hoguera. No sé si algún humano se reencarnó jamás en ningún apóstol; pero jamás lo debería lograr alguien como tú. He vuelto para dar fin a tu inquisición, y lo conseguiré, lo juro; para eliminar la penitencia que le causas.
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