Me gusta mucho estar contigo,
hablar contigo,
trabajar contigo.
Me sienta bien,
me relaja,
me hace ver las cosas
de un modo diferente
que siento correcto.
Y aunque tu cuerpo es hermoso
para mí es sólo una cobertura
que refleja tu belleza interior,
un punto físico concreto del universo
en el que concentrar mis sentidos
para embriagarme con tus palabras.
Yo soy horrible,
tú eres preciosa,
por ello siento
que adularte es estúpido,
por ello siento
que desearte es arrogante.
Y como una droga
varías drásticamente
la química de mi cerebro,
y no necesito más del mundo,
la prueba de que hay luz en la oscuridad
eres tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario