miércoles, 17 de abril de 2024

Es como cuando piensas que vas a matarte, y ese sentimiento se instaura en ti y es tan afilado que también te afila a ti, una vez superas la melancolía nada parece importar y la muerte es un regalo como lo puede ser una flor, un beso o una buena melodía. Al siguiente día otra vez a empezar. Sísifo con todo el tiempo de la eternidad para no tener tiempo. En el infierno se debe jugar a las cartas. No lo sé. Cuando esté por allí, ya te llamaré.

Iba caminando por la calle y por dentro me convertía en las personas con las que me cruzaba. Tantas perspectivas, sensaciones, sueños, ilusiones, miedos, rencores. Fue tan hermoso. Últimamente me siento extraño, a cada paso un nuevo mareo que nunca hube experimentado con anterioridad, como si mi cerebro rebotara con las paredes del cráneo. Sé que eso es imposible, el cerebro se apagaba como defensa ante un traumatismo interno. Lo sé porque leo mucho. ¿Lees tú? Tanto da. Yo voy a suicidarme y la literatura no me ha salvado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario