Otra noche y otra pastilla.
Peor que ser adicto es ser dependiente,
peor que ser drogadicto es ser un paciente.
Y yo necesito un compuesto químico
particular para no saltar por la ventana
cuando llega la noche,
aunque vivo en una planta baja,
aunque ni siquiera me apetezca matarme,
los pensamientos de muerte
tratan de seducirme a diario.
Forma parte de lo que soy ahora,
así que lo acepto,
la realidad cambió
tal y como la conocía hace meses,
cerca de un año ya,
no sé si volverá.
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