Levántate y anda, volvieron cuando nadie los esperaba, ninguno se agradó porque ya se habían acostumbrado a la ausencia. Se cayó la venda, se secó la tinta, se colmó la copa, se filtraron los sentimientos a través de la grieta y con ellos también palabras para darles forma y sentido. Para desgarrar el tejido de la realidad cuestionaron su fiabilidad, trataron de poner en duda la existencia.
Sabía que algo iba a pasar, sabía que la miseria caería sobre mí y eso me haría sentir especial, único, mejor que los demás. Es un juego del ego que trata siempre de destruir el resto de la conciencia para imponer su terror. Y si caes en el círculo y los días son soleados pero te es indiferente porque tu cuerpo tiembla, dentro de ti hay un terremoto, en tu interior guardas la vergüenza y la pena. Si la quemas, si la usas de combustible, te servirá para propulsarte hacia las estrellas.
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