De una mirada al puro sexo carnal hay un estrecho pasillo adornado de flores blancas, una chispa prende un incendio, una gota contamina el río. No me des ni un metro ni segundas oportunidades, no hagas el amor en mi cama si fuera de ella piensas declararme la guerra. Por no darte lo que no estoy dispuesto a perder eres capaz de mirarme a los ojos con la expresión de desagrado más intensa. Yo no soy la llave que buscas, solo otro amante pasajero, que por desgracia no creo me guardes un rincón en el corazón como hago yo.
También puedo ser tóxico, oscuro, abusivo. ¿Qué esperabas?, ¿que por sacarme una década ibas a timarme a mí y no yo a ti? Siempre tuvimos miedo, el uno del otro, por descubrir cual de los dos apretaría antes el gatillo. Pero yo, yo soy un fantasma, una serpiente, un chanta, debiste haberte dado cuenta. Debiste, una vez más, haber evitado tus ganas de investigar cosas oscuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario