Alguna de las peores cosas
es que ni siquiera puedes
desahogarte con tus seres queridos,
pues son ellos quienes más sufren al escuchar
"tío, creo que voy a matarme dentro de poco".
Porque lloran,
ya sabes,
se quedan mirando al suelo
como si fuesen ellos
quienes confrontan el suicidio,
y te hacen jurar
por lo más sagrado de los cielos
que nunca vas a cometer tal crimen
contra su confianza.
Actúan por supervivencia,
puedo entenderlo,
yo también lo haría.
He escrito una carta
de despedida y últimas voluntades,
just in case,
au cas où,
por si las moscas.
Ya sabes,
no es pura locura,
es simple prevención.
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