viernes, 23 de septiembre de 2011

Tengo un amigo, ¿sabes?, que despierta mi libido.

No, sin actitud progresista; amo a odio, pero no nos podemos ver todos los días; nos separa el Póntico. Me arrestaré a mí mismo, para así no caer en la trampa de amar de nuevo. ¡Miedo!, convertido en obsesión, no puedo dejar que me ahogues, me gustaría pero no funcionaría. ¡Verdad!, envuelta en seguridad, y estoy tan caliente. Tengo un amigo, ¿sabes?, que despierta mi libido. No me digas lo que quiero escuchar, vine a este podrido mundo para sufrir. Y te odio, te odio más que a nadie, porque aún la huelo en ti, en tu ropa y pelo y en largos renglones. Todos los amores son unos putos bastardos. Siempre sorbiendo poco a poco, quiero mi ácido. ¿Hay alguna razón para tu mancha?, ¿puedes creer que nunca conocimos el estrés y la deshonra? Si no te importa me gustaría soplar y quitarme la poca dignidad que me queda contigo. Esta situación me gusta, y no me voy a quebrar. Te extraño, y me siento tan excitado. 

"Y si amar significa bajar faldas y subir camisetas, no cuentes conmigo".


 Con los ojos tan dilatados,
me he convertido en tu alumno.
Me lo has enseñado todo
sobre una manzana envenenada.

¡Metamorfosis! ¡Eres mi litio, ¿no?! ¡pues venga coño!, ¡quiero mi dosis!

No hay comentarios:

Publicar un comentario