martes, 1 de abril de 2014

Bendita bipolaridad, que me arranca de los brazos de esta forzada paranoia y me arroja a un mar sereno de confusión, que siempre es mejor que la pura tristeza. Creo en mí, y creo en mi condición de iluminado a través del tiempo y el espacio, ¿acaso no erraron aquellos que llamaron loco a Schopenhauer y Nietzsche? Sólo puedo creer en mi palabra porque no tengo la certeza de que la del resto no sean básicamente disparates.

Para ti soy poco más que un despojo, un drogadicto, un trapo viejo que no tuvo las agallas de seguir con sus estudios, te diré algo (ya que tú también te permites el lujo de opinar sobre mí sin saber nada de mi vida), ahora te limitas a conformarte con la amistad de esos muchachos a los que cuando me tenías insultabas a la espalda, eso te convierte en un hipócrita. Decir que no tengo rencor sería mentirme a mí mismo, pero eso se le da mejor a unos que a otros. Ojalá los tiempos corran rápido y todas la heridas que dejaste en mí suturen y así puedas convertirte en poco más que un mal sueño.

2 comentarios:

  1. Hoy día parece que no queda más que gente que juzga sin saber, porque en nuestra sociedad capitalista es peor un chico que no estudia que un chico que estudia, sean cuales sean los valores y la madurez que posea. Pero también he de decir, que aún quedan personas como yo, que saben ver a través de títulos y apariencias. Sé que eres grande.

    ResponderEliminar