domingo, 20 de mayo de 2012

Me odio por ellos.

Si fuera realmente feliz. Yo era un soldado valiente, yo era un sanitario, salvaba vidas a quienes me parecía pero no las quitaba a quienes me apetecía. Cuando una silueta aparecía en el horizonte no me dedicaba a apuntarla y a disparar contra ella. No tienes corazón, no, no tienes corazón porque lo pudrieron. Todavía quedan playas color azafrán, pero está cortado el paso hacia ellas. A quien se preocupa por mí, no tengo más que el agradecimiento más puro pero no tan inmenso como se puede llegar a esperar. Podría estar noches redescubriendo canciones de Sabina. Quiero morirme, pero espera, ¿hay aun un motivo para seguir aquí en medio?, ¿o realmente lo hubo alguna vez?


Hay personas que con sólo mirarme a los ojos es como si me arrancaran el corazón de amor, y lo odio, ¡lo odio!, me odio por ello, odio ser tan débil y frágil. Tengo motivos estúpidos para estar triste que casi nadie comprende casi todo el tiempo, y me repugna que no los entiendan. Soy tan inexperto como exagerado, y como idiota. ¿Entiendes de lo que hablo?, no, claro que no, porque soy tan incomprendido como gilipollas. Si pudiera autodestruirme, oh, darme ese placer sería algo tan infinito para mí como infravalorado por todos ellos que valoran la vida más de lo que debieran.

The Doors - Shaman's Blues (Oh, Fuck, Don't Worry, I Feel Good Like A Dead Son)

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