lunes, 28 de marzo de 2016

Últimamente nada me llena y todo me da igual, no hay renta posible, no hay beneficios que extraer en las transacciones con otras personas. Escribo con la televisión encendida porque me asusta el silencio, durante toda la noche permanezco en soledad y sin embargo cuando me meto en la cama me convierto en otra persona. Miro el monitor y me traslado a un lugar lejano perdido en el tiempo, la inmensa mayoría de tu vida pertenece al pasado, el presente es inmediato e infinito, muere y vuelve a nacer constantemente. Aunque yo permanezca aquí sentado encerrado en mí mismo afuera el mundo sigue girando, así que me exilio y retiro mi pequeña contribución a la inmensa maquinaria del universo para permanecer tumbado en la cama como un feto aún deforme en el vientre matriz. ¿Quieren saber la diferencia entre escribir por inspiración y escribir por necesidad?, no quiero que nadie juzgue estas palabras, son puras, no pretendo enseñar ninguna lección, tan sólo tengo la esperanza de que me ayuden a controlar mi odio. Voy de un lugar a otro sin necesidad de ser rechazado para irme, los estereotipos y los prejuicios me han calado más de lo que esperaba, ahora soy como ellos: víctima, juez y verdugo de mis pensamientos y mi prepotencia. Si dijera lo que realmente me apetece hacer me llamarían monstruo, me pregunto cómo reúnen las fuerzas para inquirir en las debilidades ajenas y obviar las suyas con asombrosa destreza, todo surge del miedo a ser diferente, por eso es mundo está podrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario