sábado, 25 de julio de 2015

Reciclarse o morir, comprender el motivo y la relación que los nuevos problemas traerán consigo para examinarlos y hallar la proporcionalidad del más intenso amor con el más arduo rencor. No es tarea fácil, aceptar que una persona ha desaparecido simplemente para siempre, que el cáncer decidirá tu muerte, que el mundo está cabeza abajo. 

Ayer, mientras llegaba a casa, un crío golpeteó levemente mi pantalón, estiró la mano y dijo "para ti". Era una flor. Sonrió y se largó corriendo. ¿Qué fue en los adultos de la inocencia que tanto valoraban cuando eran pequeños, cuando el mayor problema era elegir entre gominolas o caramelos? El mundo está tan equivocado qué ya no sé cómo sentirme, diría que lo peor es esta pesada soledad que siempre me hace compañía y por las noches no me deja dormir.

Anoche sentí haber vuelto al pasado, tendido sobre mi cama con el cuerpo empapado en sudor escuché a mis penurias deslizarse en estado líquido a través de mi canal auditivo mojando la almohada, no me dejaban dormir, cuando cerraba los ojos visiones catastróficas de mi cuerpo mutilado regresaban a mi imaginación.