lunes, 31 de marzo de 2014

Tu sonrisa es un rifle y yo el blanco perfecto, siempre aciertas. En momentos me desespero y por las noches sueño que viejas amistades que rompí de pronto, vuelven a nacer sin tener en cuenta que los mil pedazos en los que se fracturaron ya fueron incinerados. Y tanto odio a mi alrededor que no lo soporto, y tan poco amor para las personas que realmente lo merecen.

A un lado lo que uno tiene, a otro lo que uno representa a ojos de los demás, atrás lo que uno es y adelante todo lo que la apariencia depravada consigue pervirtiendo corazones puros, pero lo prometo, mi integridad no tiene precio. A mis amigos no les digo que estoy triste, sinceramente me parece una mierda pasar las únicas horas que salgo de casa debatiendo mi futuro dándome la única salida que ellos conocen: estudiar y pasar de todo; es preferible pasar un rato divertido aunque banal fumando un poco. Es menester advertir que hoy me faltan muchas personas, y que si no fuera por las que todavía conservo ya no estaría aquí. En fin, decir que ya no puedo más sería demasiado tópico, pero escribir es lo único consuelo que me queda a estas horas de la noche.

domingo, 30 de marzo de 2014

Say my name.

El sexo no es más que otra trampa que sólo me permite pensar en castillos en el aire, y a continuación, después del orgasmo, me deja tirado como un perro en la acera húmeda. Cobitos contiene la serenidad cuando de sus versos surge el brillo inconfundible de la verdad, "es difícil ser uno mismo cuando todos te vigilan", por desgracia todos tomamos parte del mismo círculo vicioso que a nosotros mismo nos atañe. Me deshago por dentro, es la pura verdad, ¿dónde estás cuando mis testículos me susurran tu nombre suavemente? Últimamente temo a la soledad que la penumbra entre el miedo y la desesperación me suscita por la noche, he convertido mi diario en un rompe olas, pasa la espuma pero no el agua, y así evito ahogarme en mi último bastión de tierra firme. Termino las tardes con mil ideas nuevas para escribir y la necesidad imperiosa de refugiarme por un rato en la lectura. 

¿Qué sería de mí sin mis legendarias carencias? Hoy día no quiero tenerte pero saber que sigues ahí y no me perteneces ya... no sé, es un viejo (o más bien constante) rol que no deja de escocer. Y no, no traten de adivinar mis sentimientos, no tienen ni idea y si algo saben ustedes es cómo resultar pedantes. Soy mi propio juez y verdugo. Sé odiarme mejor que tú, después incluso de todo lo que te hice a sabiendas y de todo lo que tú me hiciste pasar sin pensar siquiera en las repercusiones.

As Soon As Possible

martes, 25 de marzo de 2014

«La vida es algo despreciable y he decidido pasarme la vida pensando en ello».

Schopenhauer es mi nuevo compañero, me paso las noches hablando con sus conceptos, con la voz muda de un hombre muerto. Ahora, de la misma manera que me ocurrió con Nietzsche, Freud..., también estoy bajo su sombra; soy su nuevo pupilo. Por las noches mis oídos recogen sonidos que no están aquí, vienen de otro lugar, veo sombras, me protege. ¿Y cómo no iba a quedar totalmente convencido de que existe algo más trascendente después de la muerte si la vida se encargó de demostrármelo empíricamente?, creo que si a muchos filósofos les hubiera ocurrido lo que a mí sus escritos y vidas en esencia serían muy distintos. ¿Acaso mentes prodigiosas podrían haber errado en lo que un crío no se equivoca? Me parece que la nada antes de nacer y la nada después de morir no son la misma.

He aprendido algo observándote, y es que sólo rezo por no estar presente cuando de nuevo llegue el momento. No, no lo he superado, y cada vez que recaigo en dicho veredicto retrocedo un escalón más hacia atrás; es como una brutal adicción, una neurosis que se presenta siempre en los momentos menos indicados, que se encarga de neutralizar mi raciocinio, que me lleva a su terreno y me hace jugar a ciegas. Así es, viaje de vuelta a tus infiernos, y eres tú quien irremediablemente empaña la promesa de muchos días felices. Pero no, culparte sería un error, tropezar con la misma piedra; por eso digo que no puedo hacer más que sentarme a esperar verlas venir con las manos atadas. Soy Prometeo, y cada día mis más interiores dolencias me drenan desde el interior.

¿Puedo mantener un estado de felicidad dentro de los parámetros de mi inclinación a la depresión? Tal vez evitar el dolor por medio de la supresión de estímulos exteriores, ¿pero realmente alguien puede ser feliz buscando únicamente en su interior? Lo dudo, porque para bien o para mal el ser humano vive limitado y coartado por su propia psicología la cual le obliga a relacionarse para encontrar la felicidad, ¿cómo es posible que las necesidades del yo hagan a este partirse en dos? 



La mayor sabiduría consiste en hacer del disfrute presente el objeto supremo de la vida porque esa es la única realidad, siendo todo lo demás territorio del pensamiento. Pero también podríamos llamarlo nuestra mayor locura, porque lo que existe sólo un momento se desvanece como un sueño no puede ser merecedor de un esfuerzo serio.


                                                                       Arthur Schopenhauer.


domingo, 23 de marzo de 2014

¿Seguiré conservando mi yo más primigenio cuando los años borren de mi memoria mis carencias y mis recuerdos más temprano que son los que a posteriori me pulen como persona? Tal vez madurar implique irremediablemente olvidar, dejar pasar de largo algunas cosas.

Tengo miedo porque estoy aprendiendo a olvidar. Anoche cogí entre mis manos ese tomo de La rebelión de las masas, aún mantiene tu inscripción, ¿por qué decidí leerla a pesar de que supiera lo que aquello revocaría?, a veces hay que equivocarse. Y me pregunto si nos ignoras, si has decidido pasar página (tú, con tu coraje invencible, serías capaz de hacerte el seppuku en un momento dado) te admiro todavía más. Odias ésto, lo sé, pero si continúas a mi lado irremediablemente lo leerás, y tal vez lo que escribo ya no haga formar filas a las lágrimas en el patíbulo de tus ojos, pero recuerda que una vez sí lo hizo. No tenerte es grácil cuando sé que vuelas cerca, pero si te marchas definitivamente ardo con el rastro de sangre que dejas.

jueves, 20 de marzo de 2014

El descubrimiento de ese nuevo libro había supuesto una ampliación de mi horizonte interior, me conocía un poco mejor. ¿Era acaso víctima de mi propio juicio, considerando mi acercamiento hacia todo lo banal y corriente como una manera más de caer en la mediocridad? Conocer "lo habitual" me había hecho más sociable, más propenso a desenvolverme con facilidad y sin temor con el resto de personas, pero a la vez desde una perspectiva distinta que siempre he tratado de mantener, me hacía ver con cada vez más claridad lo podrido o lo necesitado de un cambio radical que se encuentra el mundo. Siempre a un peldaño entre lo socialmente aceptado (lo habitual, lo corriente, lo mediocre) y a la vez a decenas, tal miles de kilómetros de todos esos genios de la historia a los que imploro, ¡pero maldita sea, al menos sé aportar algo nuevo, distinto! Y aunque tal vez mis reflexiones sean erradas desde el primer momento de su nacimiento, siempre se puede aprender algo nuevo de otros puntos de vista sin análisis.

martes, 11 de marzo de 2014

La cura Schopenhauer.

Esta mañana al salir de la consulta un hombre convulsionaba en el suelo de la recepción, no reparé en él porque el éxtasis y emoción que Antonio me transmitió como de costumbre me habían dejado temporalmente ciego. Cuando caminaba en dirección a la parada del autobús topé con un viejo conocido, pertenecía a aquellos tiempos tempranos en los que todos los colegas eran amigos. Ezequiel, tartamudo y neurótico, ahora su manera de hablar parecía mucho más forzada que entonces, durante los primeros segundos de conversación me planteé la posibilidad de que después de tantos años por fin hubiera perdido la orientación, pater siempre lo decía. Pude haberle evitado, pero no lo hice porque pensé que él lo haría primero, pero ni siquiera se fijó en mí hasta que le corté el paso y tuvo que mirarme a la cara. Me hizo sentir bien cuando me saludó enérgicamente, no me había reconocido, decía que mi cara había cambiado después de tantos años. Era curioso, ahora él estudiaba, y me preguntó por mí y mi familia, "¿Qué pasó con lo de tu hermano?", "¿Con "lo de mi hermano"?", "Sí, ¿cómo está?". "Yo estoy bien, estoy estudiando artes", y era mentira, ¿qué sentido habría tenido decirle que estoy pasando por la peor etapa de mi vida y que ocupo mis horas en divagar buscando un sentido a mi vida?

Me gustaría que después de mi muerte otros leyeran lo que escribo con intención de aprender, que escucharan mi música buscando inspiración, que me dieran las gracias por mi trabajo a través de las décadas y los kilómetros. Antonio dice que los grandes genios siempre fueron a contra corriente.

domingo, 9 de marzo de 2014

La pena está bailando con el llanto, y cuando quiera bailará conmigo.

Me inflo a antidepresivos y somnífero y nada.
Me duermo a las tantas y me despierto a las tantas,
y tantas horas desperdiciadas en la cama
con los ojos cerrados o abiertos,
no importan nada.
La mayoría de las cosas que antes me hacían triste siguen haciéndolo,
¡señoría, si he pecado he pecado de incrédulo!
Me odio a mí mismo y quiero morir,
es el don que recibí y acepto.
Mi cigarro va consumiendo el tiempo mientras
esnifo todo lo que haya en el cenicero.
Me drené mientras soportaba este odio puto
y odio todo lo que amo, adonde escupo,
me vestí de luto insulso y despreocupado
por la creciente gravedad de tus caderas.
Mi espalda cruje, ruge,
es un león que caza cansado sin manada atado a las enredaderas.
Es una bruja quemada viva por robar mamadas a adolescentes precavidos.
Dolor que quema y da la impresión de remover las vértebras,
las costillas, el alma y toda mi columna vertebral.

Ven a mi mundo de viajes sin precaución,
allá a dónde nos lleve el viento,
y correr hasta quedarnos sin aliento.
Baño mi abdomen con mi propio semen,
[amén]
dudo mucho que Jesús me ame.

Beady Eye - Flick Of The Finger

viernes, 7 de marzo de 2014

Drogas, malestar, insomnio.

Doy media vuelta y me observo, mi camino recorrido está marcado por una especie de atmósfera verdosa, y llego a la conclusión de que si pudiera cambiar algo de mí sería mi cobardía, lo cierto es que a veces temo incluso al triunfo. Estoy perdido entre el nihilismo y todos esos libros de texto que jamás abriré, ¿de verdad me he coartado a ser un descerebrado? Poco a poco me convierto en todo aquello que odiaba y odio.

Si mañana aparezco con las venas abiertas dirán que fue culpa de la droga, pero no hablarán de las carencias, de los malos tratos y del miedo hacia la cultura. No hay lugar en este mundo para la verdadera honestidad ni el altruismo, porque todo lo que hacemos por voluntad propia es por propio interés; amor, amistad, cariño... son términos obsoletos y falsos. ¿Qué prevalece entonces? Mis chicos y yo utilizamos música deprimente para perros con nervio.

martes, 4 de marzo de 2014

Eat your cancer when you turn black.

A estas alturas irremediablemente adicto a la droga y dependiente del dinero en contra de mi voluntad, que aún es peor. No se imaginan la risa que me produce ver a esos pijos vender sus móviles caros por un par de gramos de coca, a ellos no les preocupa su futuro porque tienen la seguridad de mantener la cartera llena de por vida. Tengo un buen amigo, compañero de excesos y muchos buenos momentos, por el que temo, porque primero vienen las rayas y más tarde llegarán los pinchazos, ¿pero quién soy yo para impedirle hacer la vida que elija?

Los cortes desaparecieron y cicatrizaron, ya no practico ese arte, ahora sangro por dentro. Reciclo viejas amistades como buenos recuerdos, pero ello implica recordar y sufrir en un futuro, es como si todas las cosas buenas tuvieran un pago a largo plazo. Demasiadas cosas ya que llevar adelante, tal vez, pero yo marco mi propio límite, y renuncio a la muerte porque no tiene sentido querer acabar con mi dolor si sólo conseguiré generar todavía más. Mi meta es morir cuando todo ese cúmulo de conocimientos etéreos y casi inefables que guardo en mi cerebro eclosionen en forma de tumor, entonces seré libre, pero temo a la muerte, ah, ¿qué me queda si no me queda la opción de apagarlo todo e irme?

sábado, 1 de marzo de 2014

Distorsión.

Sacudidas de viento que con su movimiento dibujan mareas en las rocas, más tarde estas chocan con la realidad. He aprendido que la música tiene la cualidad de conservar sentimientos en ondas sonoras y que todo lo individual tiene belleza en colectivo, el mundo es un lugar perverso y peligroso desde el otro lado, pero de hermosura rebosante. El amor y la confianza son el pegamento que lo mantienen todo unido, lo veía por todas partes; entre los árboles, entre los animales, entre mis amigos y yo, todo guarda una compleja relación que no podemos percibir a simple vista ni tampoco entenderla. Aquellos acordes, ah..., pude ver el reflejo de la música en mi cerebro con los ojos cerrados, en las paredes interiores de mis párpados se mostraban inderrumbables paisajes imposibles, estructuras vibrantes y repletas de energía y color que no pertenecían a este universo; mi cerebro estaba despertando después de diecisiete años. 

The Kooks - Sway