Algunas mañanas cuando me levanto temprano salgo a la calle a contemplar el mundo, me fumo un porro bajo el Sol y este me parece un lugar más bello, más agradable, más sencillo. Un hombre camina solo por un transitado parque mientras mira a los perros y dice para sí en voz alta: "Estos son los animales más bellos de la creación, no hay ser más noble. En cambio los seres humanos somos vanidosos, ¿en qué estaría pensando Dios para crearnos? Dios es idiota, y nosotros su mayor error", escucho sus sabias palabras llenas de resentimiento y me percato de lo irónica que es la vida, y por tanto también la muerte.

La luz se hará en ti, pobre bastardo sin futuro.

Seguramente si caminas por la calle preguntando a la gente sobre el estado actual de nuestro mundo la mayoría coincidirá en que se está yendo a la mierda. Todo aquel que muere de hambre o de sed está siendo víctima de un asesinato, me hace gracia pensar que todas esas personas que pierden la vida cada día podrían ahorrarse el sufrimiento si no fuera por algo llamado dinero. Un niño nace en la India, o en Siria, o en Libia, y lo que le espera tiene un nombre: MISERIA. Si preguntaras a otro niño de cualquier país occidental primermundista el porqué de tan triste realidad seguramente se encogería de brazos. Y yo me pregunto, al igual que ocurre con el primer niño, ¿por qué cojones tengo que vivir bajo el yugo de las normas, las leyes y las fuerzas económicas que rigen el mundo? Fuerzas que yo jamás voté, que yo jamás escogí y de las que jamás dije estar de acuerdo. Puede sonar insustancial, vaya argumento, ¿no creen? Estarán pensando, "oh, pobre imbécil, ¿no quieres vivir en este mundo? Suicídate o haz algo para cambiarlo", y si ustedes opinan de ese modo quiere decir que son la clase de ignorantes que comprarían aire si lo vendieran embotellado. Nadie tiene el derecho de imponer su pensamiento sobre otro individuo, (esta ley es una ley fundamental que debería constar en aquella olvidada, incumplida y satírica carta de los derechos humanos) y sin embargo la vemos violada en todos los regímenes, gobiernos y dictaduras del planeta, el ejemplo más hipócrita es la democracia. Cuando observo por televisión a esos políticos farsantes, engañados por sí mismos con sus trajes y corbatas siento nauseas, ¿cómo os puede gustar tanto ser manipulados?, ¿cómo pueden ustedes tragarse toda esa mierda pudrecerebros que les venden? La gente me suele decir, "claro, la democracia te parece bazofia porque no conociste lo que hubo antes", señoras y señores, la dictadura franquista fue pura basura controladora, pero miren hacia el oeste, a los grandes EEUU, dueños y señores el planeta, con su OTAN, su ONU y su ejército y su presidente negro con el rabo del tamaño de un misil balístico intercontinental. Yo les pregunto, ¿cuántas guerras han generado?, ¿cuántas personas inocentes han asesinado?, ¿cuántas mentiras nos han contado acerca del terrorismo o el control mental? Yo no creo en la democracia porque es mentira, porque el poder jamás reside en el pueblo ya que el mismo sistema se encarga de que el pueblo sea ignorante para que al siguiente falso atentado no dudemos en votar SÍ a la guerra.

El peligro se acerca en forma de sutiles contoneos, la tierra baila y nosotros rezamos. Llegada a mí como una bala perdida de algún tiroteo lejano, se aloja en mi bazo y la sangre empieza a brotar. De mi defunción entonces surge la vida, que se abre paso a través de gusanos y mis vísceras podridas recordándome de ese modo la manera en la que la muerte también debe ser vivida. Oprimo cada segundo pero los días se me escapan, los fantasmas que me visitan se llaman desidia, miedo y cobardía. Pero aún sigo aquí que es lo importante, y quién lo diría, seguro que más de uno a estas alturas me hacía bajo un puente o pidiendo limosna. Me siento brutalmente patético cuando miro al cielo y por algún motivo el mundo me parece un lugar tan plácido, y diría que nada es capaz de dañarme, regreso a casa borracho recorriendo el camino que la tenue luz de las estrellas me indica y por instantes confío por completo en el destino que me espera. Durante la avalancha las rocas podrán quebrar mis huesos, pero la muerte jamás podrá herirme.

Sigo parado frente al espejo esperando a que algo ocurra mientras contemplo mi reflejo, ¿seguirá luciendo igual cuando no lo estoy mirando?

ISIS = HOLLYWOOD

En una ocasión una mujer me dijo "el mundo es gobernado por el diablo", y a pesar de que se trataba de alguien corriente que no tenía conocimiento alguno sobre ocultismo o la verdadera naturaleza en la que se ve sumida la humanidad, aquella mujer llevaba razón. Guerra: asesinatos, violaciones, torturas, sangre y dolor; miseria en definitiva, el mundo se inunda en el caos, la oscuridad reclama lo que le perteneció. Ésta vivía desde antes que el tiempo cuando su presencia existía pero no la apreciación de lo que sucedía, cuando el bien y el mal no habían sido creados por el hombre, cuando ni siquiera había ojos para presenciar dicho espectáculo. 

Un día nací y fui arrojado a este mundo sin comerlo ni beberlo, y suena estúpido, pero creo que hace casi veinte años desde que empecé a sentir que seleccionaron o me presté voluntario para esta tarea. Estoy aquí para hablar de amor, de pena, de miedo; para que saquen de sus cabezas esos pensamientos anticuados (estaban bien para hombres que quemaban a mujeres feas en hogueras), para que admitan de una vez ese complejo de Edipo y se casquen una paja feliz pensando en sus madres.

Soy un pervertido, un enfermo, la luz de un nuevo día en el que lo perverso y lo asombroso son casi lo idéntico, porque las fronteras del bien y el mal parecen no diferenciarse a la claridad que la verdad desprende. Estoy aquí, es el único hecho, porque pienso y la consciencia de que se piensa no puede ser manipulada ya que, de ser así, también implicaría mi existencia. Permanezco aquí sentado mientras me mato un poco más a mí mismo y las personas vuelven a ser embaucadas, de aquí a diez años el apocalipsis, y de aquí a veinte la eugenesia. Hace décadas los hijos de puta de los servicios secretos tenían que esforzarse e incumplir leyes en espiar nuestras conversaciones telefónicas o cuentas bancarias, ahora sólo tienen que echar un vistazo por Facebook. No crean que todo está perdido, aun siendo ignorantes de todo lo que se avecina, la verdad nunca muere si la mentira continúa existiendo.

hou-di-ni

Últimamente cuando releo una vez más lo que escribía hace años me siento avergonzado y a la vez sorprendido de que mi corazón albergara tanta pasión inerte, tanto fuego que buscaba oxígeno para crecer. Ahora quizás no sea más feliz, pero sí menos negativo y proclive al completo apocalipsis, he besado en tantas ocasiones el suelo que un navajazo certero tiene mejor sabor en mi boca. Continúo lidiando, no crean, con mis fantasmas y mis penas, mis carencias y mis sueños rotos; y con la muerte, que balancea en elipsis perfectas cuchillos afilados alrededor de las personas que amo y jamás dije te quiero. A estas alturas me resulta más que complicado escribir sin sonar triste, o desesperado, o asustado, pero sigo aquí, vivo y palpitante y dispuesto a consumirme en mi fuego. Hoy pensaba en ti con el Sol pegando fuerte en mi rostro y una frase me vino a la cabeza: el diablo me otorgó la oportunidad y dios me castigó con fiebre.

Tendida sobre la cama pareciera como si los bordes de su blanca piel se difuminaran dentro del blanco impoluto de las sábanas creando un cuadro viviente. Está dormida, como criogenizada, como si su cuerpo fuese la puerta a otra dimensión en la cual no existe el tiempo; pero la manera que un animal percibe el mundo jamás llega a ser acertada, por lo que por mucho que alcance la imaginación ella se está muriendo inexorablemente. Por unos tubos conectados de un extremo a una máquina y de otro a su cuerpo se le administran dosis de vida, gotita a gotita, así mengua su dolor, así aletarga la muerte. Los días transcurren, y consigo las semanas y los meses, pero ella siempre está allí tumbada entre las mismas cuatro paredes y bajo el mismo techo. Diría que es imposible que la simple división de unas células puedan arrebatar una vida, y por consiguiente, otorgar en forma de fuego candente la cicatriz permanente que deja en la memoria. En un monstruo, es un diablo, es el mensajero de la destrucción que muestra implícito que en el sendero de la vida el recorrido siempre comienza y termina en la muerte, luciendo belleza y dolor. Es el cáncer. 

Contemplo el sufrimiento en su mirada como el sentenciado a morir en la hoguera contempla el fuego, porque cuando la enfermedad queme su cuerpo su alma se escapará de mis brazos. Me mira directamente y esforzándose para hablar me dice "querría estar muerta", entonces el silencio se quiebra y mis ojos lloran hacia adentro, pero ella aún sonríe porque yo sonrío. Ella tiene cinco añitos, y me está diciendo adiós.

Un músico callejero, un vendedor de libros, un tendero o el conductor del autobús.

Últimamente me siento bien, he domado mi sueño y solucionado en gran medida mis trastornos horarios, como más y mejor y me drogo lo mismo pero a un coste menor. Algunas cosas que di por imposibles hace tiempo a fuerza de verme frustrado a la hora de tratar alcanzarlas ahora se muestran al alcance de mi mano, ser un poco más sano o un poco más libre, y no siento que ningún haz de luz haya iluminado mi camino de forma milagrosa; tan sólo algo parecido. Como si el autodestructivo e inadaptado niño que fui, que encontraba regocijo en renegar de toda la especie humana, hubiera encontrado la manera de amar sin ser odiado. La fórmula secreta, la molécula que todos querían aislar, la ecuación que nadie encontraba. Y me veo preso de los malos pensamientos y las pérfidas palabras ajenas que buscan hacer daño, cada vez más desolado al descubrir poquito a poco la fina capa de mierda que cubre el mundo pero también bendito, porque siempre que pienso en el dolor ineludiblemente la esperanza viene a mí recordándome que si la oscuridad existe es porque de ella nació la luz.

do you know where the wild things go honey

El amor que siento perpetúa en mí una estirpe de sentimientos desatados, imploran por agua; imploran por sed, y a veces cuando no puedo soportarlo les doy de beber. Admito que no soy demasiado fuerte, pero mi osadía compensa mi debilidad, de ese modo me enfrento a desafíos imposibles para mí. Me pierdo en conceptos inerrables, y giro mis ojos hacia dentro, y hacia afuera, y hacia adentro. No veo nada salvo un futuro próximo muy oscuro y un resurgir muy lejano, es duro realmente pero ninguna satisfacción se antoja digna del deseo si no exige esfuerzo y sufrimiento. Por eso estoy aquí sentado surfeando en los bordes de la madrugada cuando el día destruye la noche y los pensamientos despiertan y las energías se agotan y las flores reviven lentamente hidratadas por el rocío.