lunes, 26 de junio de 2017

Los grandes deportistas
y los grandes pintores
y los grandes folladores
ya están cansados de que se les diga lo grandes que son
y lo increíbles que son en lo suyo.
No es sino al desamparado y desmotivado poeta al que hay que regalar cumplidos,
es al músico que toca en la calle y se alimenta con pan.
Todos esos que salen en la tele
anunciando bancos y suplementos energéticos ya vendieron su alma al diablo,
todos ellos ya no valen nada. 

Sigue ahí en pie,
o tumbado,
no importa demasiado mientras estés.
Porque cuando estés,
joder,
cuando estés hallarás respuesta a la pregunta.
¿Por qué sigo aquí y no desisto?
Hostia puta,
cuando descubras que tenías que persistir para alcanzar la redención,
y que de algún modo preferiste quedarte a elegir el camino fácil,
entonces tío
aunque tengan parte de razón podrás reírte de sus dioses y de sus cultos,
de sus putas madres
y del puto romero y sonreír como un cabrón.

Todo el oro no servirá de mucho.
El amor que sientes por ti y los tuyos será suficiente amor.
Tu talento y esfuerzo te nutrirán.

domingo, 25 de junio de 2017

yi yi yi yi yi yi yi yi

Hay un lugar para ti donde no tienes obligación de mentir, ni siquiera para salvarte del juicio ajeno. Hay posibilidades infinitas y un futuro prometedor que puedes escribir con tu pensamiento. Hay vibraciones extrañas que te indican qué camino seguir para ganar la lotería de la vida. De eso va la cosa, ¿no?, de vibrar.

Siéntete como un crío perdido entre la multitud, finge un poco ser como los demás, adéntrate en el mundo de la mayoría y encontrarás cosas interesantes que perdiste.

Probablemente las mayores putadas te esperan, pero hay que enfrentarlas. Al final morirás, es lo único que sabes con certeza, game over, y a cambiar de juego. ¿No es ésto gracioso? ¿No parece carecer absolutamente de sentido? ¿No es pasarlo bien a pesar de los engaños de la vida el único desafío que tendríamos que marcarnos?

martes, 20 de junio de 2017

Estoy aquí sentado viéndolas venir, a las buenas y a las malas.
Conduzco sin frenos y me encuentro todos los semáforos en verde.
No hago nada, sólo pienso en cosas.
Paso tiempo solo y con la música.
Un día eres un pringao y al siguiente el puto emperator de Roma,
alguien con capacidad.
Me miro los ojos en el espejo,
no sé si están rojos por los porros o por las lágrimas.
Na, estoy mejor que nunca en verdad, me gusta victimizarme.
Lloro a veces porque tengo algunos motivos.
Agarro la energía que mueve mi mano,
la deslizo,
la estrujo,
la acaricio
[oh sí qué bueno]
y suelta todo el jugo.
Hablo de tocar la guitarra,
no de pajas.

De algún modo todo está conectado,
tanto que te hace sentir un poco gilipollas al preocuparte por cosas
que no importan o no puedes controlar.
Si lo bueno se hace esperar imagínate lo mejor.
Así que aguanta y traga toda la mierda que tengas que tragar
y si te das prisa tal vez tengas tiempo para vivir un poco.

lunes, 19 de junio de 2017

Historietas divertidas para leer mientras esperas a que el mundo se acabe

Estamos tocando en nuestra calle estrecha de siempre, la energía viene y va, lo estamos haciendo bien. Lorenzo fluye en zig zag entre la gente mientras toca su violín, ésto molesta bastante y él lo sabe. Todos los niños pequeños que pasan se quedan embobados mirándonos, de hecho gran parte del dinero que conseguimos es gracias a los hijos que invitan a sus padres a darnos unas monedas. Los niños saben de qué va el tema.

Pasa una tipa hermosa, yo ni siquiera me percato porque estoy metido en mi mundo y de ahí no hay quién me saque, pero me fijo mirando por rabillo del ojo en su ropa negra y blanca a cuadros. Entonces en mi mente sigue persistiendo por un rato esa imagen difusa de una mujer con ropa extraña. Unos minutos después aparece de nuevo, esta vez la miro, se agacha un poco y nos echa algo de dinero mientras me sonríe, entonces yo sonrío y ella sonríe más. Como ya dije era hermosa, de algún modo ya lo sabía cuando vi su ropa. Acto seguido se va y no vuelvo a verle el careto.

Es ya de noche pero la gente sigue pasando, realmente pueden notar cuando estás tocando mal, cuando no tienes las energías suficientes, pero si haces un esfuerzo los espíritus te ayudan.

—Tuve un amigo en Francia que me contaba todas estas cosas y la manera en la que él logró ponerse en contacto directo con estos espíritus que están alrededor, ¿no? Entonces durante una temporada consiguió un montón de cosas en su vida. —Dice Lorenzo. —El punto es que te ayudarán solamente si lo que haces es honesto y puro.

Un tipo barbudo y borrachín aparece por nuestra calle con una guitarra al hombro, un cigarro en una mano y una lata de cerveza en la otra.

—Voy a hacer la terraza. ¿Me queréis ayudar y nos repartimos el dinero? —Pregunta amablemente.

—Na. —Respondo yo.

—Lo que vosotros hacéis en dos horas lo hago yo en cinco minutos.

—Bien. Más dinero para ti.

***

Otro día más que volvemos, saludamos al llegar al segurata del Thyssen que ya nos conoce porque le jodemos la siesta todas las tardes. Nos ponemos a ello, lo hacemos bastante bien para lo que me esperaba, casualmente descubro que levantarme temprano e ir a tocar solo a cualquier lugar tranquilo me sienta de puta madre como calentamiento para hacerlo mejor por la tarde. La putada es que la gente no siempre responde favorablemente por muy bien que toques, así que allí estamos haciendo un trabajo genial con poca retribución. Es durante ese tiempo en que Lorenzo se estresa y decide hablar con un tipo que pasa con su familia que previamente habían estado escuchándonos.

—Mister. Would you like to listen to our music and tell us your opinion? 

—I would, but we are late. Anyway I want to help. —Dice el hombre mirando el interior de su cartera.

Su mujer, que estaba al loro de la situación, empezó a buscar monedas también. Ninguno de los dos encontró ninguna así que el tipo sacó un billete de cinco euros y nos lo dio.

—Really? —Dije yo.

La familia sonrió dulcemente.

A partir de ese instante había ciertos momentos en los que las personas se estorbaban unas a otras para arrojar dinero en la funda. Seguimos tocando por una hora y sacamos unos treinta pavos. Acojonante, durante una hora nos prestan menos atención que al pedo de una mosca y a la siguiente nos pagan incluso cuando no lo estamos haciendo tan bien. Definitivamente la gente no tiene ni idea de música.

Aparece de nuevo el guitarrista borracho, vuelve a pedirnos de tocar con él, nosotros nos negamos y otra vez nos suelta el rollo.

—¿Por qué preferís tocar en la calle y sacar unas monedillas antes que tocar en la terraza de un bar y ganar dinero de verdad? Eso que hacéis es una miseria.

—Felicidades. —Digo yo con la más grata de las sonrisas intentando tocarle los cojones.

—Tú eres de Málaga, ¿verdad?

—Sí.

—Se te nota porque eres muy vacilón.

Creo que a la próxima le pisaré la cara.

***

Otro día más en el que me despierto temprano, fumo un poco, toco un poco y después voy al centro a nuestro sitio de siempre. Desde la primera pieza todo fluye de una manera especial, tan fácil y tan mágico, que al terminarla Lorenzo me abraza.

—¿Qué te pasó hoy que estás tocando increíble?

—Illo, ni puta idea. Son fases, ya sabes.

Y es cierto, pretender estar siempre bien en la música es imposible, ambos no conseguimos entender bien este proceso, pero una vez que estás en la cresta hay que aprovechar y no pensar.

Seguimos así haciéndolo genial, la gente se para a escucharnos y nos pregunta si componemos todo lo que tocamos, y respondemos simplemente que lo nuestro es la improvisación y que la buena música que hagamos o no depende únicamente de la energía del día y no de nuestro talento. Bueno, tal vez nuestro talento sí influye algo.

—Me encanta vuestro estilo. —Dice una mujer.

—Precioso. —Dice una anciana.

Una muchacha pasa en bici: —Está la policía por ahí. Tened cuidado.

Yo respondo con un guiño y una media sonrisa. La policía nos trata bien, incluso hemos llegado a bromear con ellos.

Pasa un tipo que conozco de vista, nos empieza hablar, él no recuerda que nos conocemos.

—Estoy empezando un nuevo proyecto. Va de regalar droga. ¿Te interesa?

—Ya lo creo.

—Mira, te explico el proceso. Hay varias drogas al alcance de cualquiera. A la primera la llamo contacto planetario, consiste en tumbarte desnudo bocabajo con el cuerpo en contacto con La Tierra, después de un rato das media vuelta, y eso te da un subidón de energía positiva tremendo. La segunda es droga-Sol, que como podrás imaginar consiste básicamente en tomar El Sol, eso además de un montón de vitaminas para el cuerpo te da un cebollón magnífico. Y luego está coca-mar, que básicamente es meterte en el mar durante un buen rato hasta que tu cuerpo absorbe la sal naturalemente. Uf, hoy me he metido un par de rallas de coca-mar y estoy fenómeno. Eso sí, hay que mezclar con cuidado y a gusto del consumidor.

El tipo se queda un rato con nosotros mientras tocamos, se pone a bailar y a contonearse dejando fluir la energía del cuerpo. Reímos y hablamos y después se va.

Más tarde reaparece el guitarrista cervecil.

—¿Queréis ayudarme a sacar un dinero? —El tío juega con la pena, primero intenta el chantaje emocional.

Le decimos que no de nuevo, lo encaja bien para mi sorpresa. Me pide un cigarro, se lo doy. Yo sólo estoy pensando en la patada que voy a incrustarle en la nuca a la menor falta de respeto. Me da una cartera que se ha encontrado en la basura forrada con imágenes del manga de Dragon Ball Z, yo la acepto con cortesía.

Por una vez entiende que está borracho y que no es lo mejor para él venir a molestar, así que nos da un poco más la lata con sus frases erráticas y después nos vamos porque ya se ha hecho tarde.

Una pena, me quedé con las ganas de saltarle sobre el pecho.

miércoles, 14 de junio de 2017

Todo el mundo quiere ser el mejor, ser el only one, y si no lo son se convencen de ello. Quieren ser padres habiendo olvidado lo que es ser niño, quieren sexo sin goma los fines de semana y el cigarrito de después. Todos quieren ser felices y se preguntan por qué no lo son en lugar de preguntarse qué hacen para merecerlo. Si la vida es sólo un tránsito qué coño me importa a mí lo malo que me pueda ocurrir si al final la voy a diñar y a otra cosa. La vida es en definitiva la nimiedad más importante que tenemos. Es gracioso, ¿no?

martes, 13 de junio de 2017

yea you bastard are feeling bad now as well

Por las noches me cuesta dormir, pienso sin parar en las cosas que podría haber hecho mejor, sentí la felicidad y ahora la ando buscando de nuevo, es suficiente para tener algo de insomnio. No sé qué escribir, qué pensar o qué sentir, de qué manera he de afrontar las cosas. Sigo con mi indiferencia y con la idea de que el futuro no existe, pero no siempre es buena manera de afrontar el paradigma. Soy un tipo raro, lo sé, yo mismo lo escogí, soy alguien diferente fingiendo ser uno más entre muchos iguales. Pero no soy mejor que ellos, no me siento mejor que ellos, no siento nada.

Lucho contra las circunstancias lentamente, lo mío es la guerra de desgaste: resistir, guardar fuerza y encontrar una buena estrategia de ataque. Cuánta gente que libra en su interior guerras peores y sin embargo sonríe a un tipo que se parece a Jesucristo tocando en la calle. Me lo pregunto mientras les sonrío yo también.

Este texto es sólo uno más manchado de desesperación y desidia.

Queens of the Stone Age - Make It Wit Chu

domingo, 11 de junio de 2017

È inutile spiegarlo con parole

—Tenés que hacer algo ya o te vas a oxidar. Te quedás parado, pero hay que mantenerse siempre en movimiento para estar tranquilo. Mirame a mí, dije me voy y me fui. Allá en mi país todavía me están buscando, mi cara sale en los noticieros. Creen que me raptaron o que me captó una secta satánica y la pura verdad es que estoy en Málaga tomando El Sol y bebiendo mojitos. 

—¿No te asusta eso?

—¿A qué te refieres?

—Que la gente que te quiere te esté buscando y no sepan nada de ti y se imaginen lo peor.

—No tienes idea de lo que era mi vida antes.

—¿Prefieres viajar por el mundo viviendo del dinero que ganas comiendo pollas?

—Sí, ese es el punto, boludo. Me gusta tragar vergas, por eso lo hago por dinero. A ti te gusta tocar música, por eso lo haces por dinero. Tú te estás prostituyendo también, vendes una parte de ti, no es tan distinto a lo que hago yo. En realidad tú te prostituyes incluso más porque te exhibes, yo no, yo simplemente me acerco a algún pibe que me guste y me ofrezco. Después él se va con los huevos vacíos y yo con los bolsillos llenos.

—Haces que la vida parezca simple.

—Lo es, huevón. Consiste en dejarse llevar. Si la única cosa que sabés de seguro ocurrirá es la muerte entonces no hay nada de qué preocuparse salvo de vivir. Mirá, recién llegué acá y encontré un billete de cincuenta euros en los baños de la estación y te conocí a ti. Las cosas van bien si tú estás bien.

—La vida es simple, lo único complicado es la condición humana, ¿eh?

—Yo simplemente diría que no tenemos ni puta idea de cómo vivir. Pero sí, dale. Tenés razón.

lunes, 5 de junio de 2017

Abro el congelador y saco dos trozos de pan, los descongelo, los corto en rebanadas y los coloco en el tostador. Mientras tanto me pregunto si estará durmiendo, si aprovecha sus únicos momentos de paz. El pan se quema y sale humo, le doy la vuelta y contemplo lo negro. Me pregunto cuál es mi excusa cuando me dice que tener salud y juventud es tenerlo todo, "no sabes lo que es vivir algo como esto hasta que lo vives". Ahí está la trampa. Sigo con mis rebanas de pan quemado, las mojo en aceite, me las como. Miro por la ventana, me siento grande, siento que aún hay posibilidades para conseguirlo todo, seré capaz de aprovecharlas. Su cuerpo marchito es toda la inspiración que necesito para seguir adelante con todo, para llorar por dentro y sonreír por fuera, para ayudar y ser ayudado.

Me viene a la mente el amor, la risa, la pena, el llanto. La desesperación está siempre vigente, observo sus piernas. Toda la miseria del universo se concentra en su pecho. Dios, ¿cómo pudiste?, ¿cómo pudiste permitir esto?

Estoy sentado junto a él y él está sentado frente a la muerte, nunca leerá estas líneas, si acaso cuando se haya ido. Estoy sentado junto a él y sinceramente no puedo entender, no puedo entender cómo esquiva las ganas acabar con todo.

Brindo por ti, viejo, eres un gran hombre.