lunes, 29 de diciembre de 2014

Close but never close enough.

Regreso de entre mis malos pensamientos, he estado largo tiempo tumbado sobre el musgo que crece en las rocas de mi interior, a veces afiladas como espadas a veces planas como una llanura. Si pudiera arrancar todas las plantas del mundo para dejarlo yerto y gris, lo haría, para mostrarte cómo me siento y cómo siento todo lo que me rodea. Tal vez esté divagando, y detrás del amor y todas aquellas cosas buenas que todos buscan no escondan dualidad, y el mundo no esté enfermo, y el enfermo sea yo. En cualquier caso persisto con mi lucha, una lucha de mí para mí, por eso yo no soy un asqueroso egoísta como el resto.

Que les jodan, la droga me ayuda a cambiar mi percepción, y sí, encuentro la lucidez compartiendo un húmedo sofá y consumiendo, por eso hoy no escribo nada de interés después de demasiadas horas de abstinencia. Y por eso hoy me encuentro más insoportable que nunca. Es curioso, como cuando antes no podía con el peso de mis hombros intoxicaba mis pulmones sin importar el precio a pagar, ahora huyo de la droga, y cuando no soporto la compañía de nadie me ahogo en mí mismo y no en hachís cortado con valium.

Aún con todo sostengo un seco cigarrillo entre mis dedos, una columna de humo púrpura se levanta ante mí con la presencia de un genio persa (como aquella vez), y me pregunto en qué mundo me encuentro. Cruzando la frontera por las madrugadas, y por las tardes emergiendo de mi capullo de sábanas, abriendo las puertas del castillo surge el olor a sudor. Pestilente aroma que me hipnotiza, que siempre está ahí para recordarme lo asqueroso. Todas mis pequeñas criaturas salen de las madrigueras, es la hora del almuerzo; cerca pero nunca lo suficientemente cerca.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

HUMBUG.

Yo, único y miserable, soy el hombre más rico de la tierra, pues también soy el que menos precisa. Yo, cognoscente de mi ignorancia e ignorante de mis cognoscencia, soy el hombre más completo de la historia pues nada se escapa a mi necesidad de conocimiento. Aquellas almas que dicen buscar la verdad y sin embargo retroceden un paso atrás cuando la realidad intangible se cuadra delante de sus miradas, no pueden aguantar la oscura verdad, no desean morir por dentro con tal de superar su condición animal.

Porque somos animales de carga, ah, sometidos por nuestra propia especie y a las necesidades que nosotros inventamos para nosotros. El dinero que ganamos trabajando es el tiempo empleado y el sudor derramado, trabajarás diez horas para comprar una televisión, serás mil horas más viejo para dormir entre cuatro paredes y tener una plaza de garaje. ¿Queremos vivir así?, no se confundan, no hay ninguna ley natural que implique redimirnos y someternos para poder vivir. Coexistimos en un hábitat de falsas obligaciones, de apariencias innecesarias, de peticiones absurdas. En una maldita exigencia constante que nosotros mismos hemos construido, que odiamos y seguimos; el hombre jamás será libre si no deja de ser hombre.

Claro está, que dentro de esta calcomanía de un mundo utópico y justo, que se asemeja más bien a una realidad dantesca y terrorífica, muchos individuos viven como dioses aprovechándose de tal desgraciado destino que ellos mismos y sus predecesores implantaron en la sociedad. El consumo sólo revoca en más consumo, el odio revoca en más odio, la falsa necesidad revoca en insatisfacción. Nadie ha de dictarte aquello que tu voz muda aclama al viento, sal ahí afuera a buscarlo y que no te engañen.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Algunas cosas se han marchado sin dejar rastro, otras se quedan conmigo pesándome sobre los hombros, unas cuantas aún permanecen escociéndome cuando voy a la cama. Sin embargo he de admitir, como hombre de conocimiento y purgador de la incertidumbre, que no hay descanso mayor para un espíritu dolorido que olvidar y obviar. De qué manera si no, podría los rescoldos del amor evaporar y no hacer mella, porque allá donde hay piedad, cariño, empatía... por el contrario existen indiferencia, desprecio, desapego... Porque amar es odiar, ignorantes, porque triunfar es hundir a otros en el barro, porque toda la fortuna que tu vida acuna es sufrimiento para otro individuo. Sí, vivimos a costa del resto, como garrapatas infectas enganchadas por su voluntad, siempre abrazados al clavo ardiendo. Ah, y todo aquello que un día nos unió hoy nos separa y mañana nos hará sentir como extraños, qué agridulce ciclo que me apasiona por hacerte sangrar. 

¿Es una maldición, descubrir la verdad más dura para el ser humano y que ésta no me permita sentir algo bueno por los demás? Si es así, buen intento, porque ahora fermento esa mala noticia para en un futuro sacarla a la luz en forma de diamante. 

martes, 16 de diciembre de 2014

Pliegues de una piel en blanco y negro.

Sentado establezco comunicación con el viento, en un descuido vuelvo a confiar demasiado en las personas, y el mismo transcurso de los acontecimientos me exhorta a no cometer el mismo error. Tanto tiempo perdido y malgastado, gastado al fin y al cabo, en esto y aquello, en proyectos que no veían luz. Colócame en mi sitio y excava en mi interior para no volver a estar dentro de nuevo, para clavar un cartel bien profundo que por necesidad prevenga del peligro. Planta tu semilla y riégame, hazme ver lo complicado que es el mundo y lo bello que podría resultar con un poco de suerte, y mientras permanezco abstraído atiende cómo el árbol crece y sus raíces me van drenando.

Es un bello ciclo, de amor a través de la destrucción. ¡Caballeros, a las armas, hemos de deshacernos de todo lo noble!, por amor, por amor quemaremos todo lo que tenemos. Culminación en la decepción, pureza en manos del odio. Amar es bello y finito.

sábado, 13 de diciembre de 2014

sólo la verdad

Quebradizo, pero interesante. ¿Resultará todo este dolor una buena inversión de futuro, cuando el aire deje de ser tan áspero y el amor cobre un sentido justo y calmado? ¿Qué fue de tu recuerdo?, a partir de ahora eres una batalla perdida más por la que habría merecido la pena perder un brazo, y por la que aun siendo así ni siquiera desenvainé mi espada. Que mil bocas traten de hacerme entrar en razón, que estoy tumbado llorando sobre la cama de quienes me dieron la vida y por ello fermento un odio horrible, y nadie me hará pensar que soy alguien. No en su mundo.

Mi obra de arte soy yo mismo, mi obra de arte es mi pensamiento y no mis actos. Soy un demacrado espíritu encerrado con las manos llenas de sangre, la mía propia. ¿A qué aspiro?, no lo sé. Mi mayor preocupación no es seguir con vida, me mantengo en un equilibrio insano de mala alimentación y sobreexposición a las drogas, como tantos otros. Algo dentro de mí me grita al oído que soy único y ejemplar, algo afuera me oprime y susurra que de entre la multitud mi brillo se apaga.

No me odio a mí mismo. Sí, me odio a mí mismo.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Un bebé le dijo a otro 
"tengo suerte de haberte conocido, 
no me importa lo que pienses 
a menos que se trate de mí, 
mi deber ahora es drenarte por completo 
en un viaje a través de un tubo 
y acabar en tu infección".

Masticaré tu carne por ti, 
la pasaré de atrás hacia delante en un beso apasionado,
desde mi boca a la tuya.
Por que me gustas.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Verso, estribillo, verso.

Mis pensamientos racionales (los pocos que perduran) se deshacen en una nebulosa de miedo y fascinación, de carencias y apreciaciones. Ellos son la bilis que vuelven a mi paladar, como queriendo ser de nuevo examinados, intentando mostrarme algo que no soy capaz de ver. Vuelven las arcadas, ya ni siquiera me importa demasiado pasar un día sin droga porque todos los días son estáticos y repetitivos, sin ningún tipo de problemas, aburridos y sedentarios. Reproches de mí para mí, mensajes con un mismo nombre escrito en el remitente y el destinatario: soledad.

Verso, estribillo, verso. El tiempo es cíclico, la suerte la maneja una rueda que en movimientos bruscos te hace precipitar admirando el umbral del miedo, superponiendo emociones tratando de seguir en pie. Soy Ignatius Reilly, enfermo y esquizo, escribiendo en un sucio rincón mi biblia personal, demoliendo todo aquello que ellos creen hormigón y dejándolo a la altura del barro. Soy un loco, parapléjico sentimental incapaz de salir del pozo, mis extremidades no responden porque llevo demasiado usando sólo el cerebro. Y si este no es el mundo real no sé cómo he podido acabar aquí, rodeado de tanta incoherencia más que de injusticia, eso no me importa, ojalá todos fueran igual de racionales que imbéciles.

Cada día me precipito un poco más, atado a un invisible hilo de pesca todavía a este mundo tortuoso. Hoy continuar viendo algo bueno en las personas se hace más complicado que ayer pero menos que mañana. Lo conseguí, soy un pobre inútil; lo logré, he llegado hasta el fondo, ¡ese cómodo lugar al que todos mis viejos y falsos amigos vaticinaron que conquistaría algún día!, ¿tal vez he llegado demasiado temprano?

Brindemos por aquellos que aseguraron mi derrota, y que con presuntuosa frivolidad estiraron sus labios al verme tirado sobre el fango.
De nuevo postrado ante el escenario de la vida, tratando de volver más simpáticos a los demás, de rasgar de sus rostros siquiera una mueca de congratulación hacia mí. No los necesito. Cada día me siento más seguro, la gente malgasta sus días pensando acerca de un futuro que nunca llega, levantando barricadas y arrinconándose en la esquina más acogedora de la habitación más profunda de sus malolientes hogares. Y yo digo, ¿te preparas para mañana y no para hoy? El mundo está lleno de ordinarios y pedantes, de individuos que vuelcan sus carencias hacia la vida de los demás, tratando así de completarse vaciando al resto. El hombre es un lobo para el hombre, y así crearon sociedades, imperios, gobiernos... bajo el sello escrito indeleble de la cultura, para deshacerse de su mayor problema y convertirse ellos en éste.

No estoy listo para desecharme, tal vez perdí mi don para siempre por culpa de la honestidad y la generosidad, ellos son los demonios que nos arrastran a la benevolencia. Si dices hacer las cosas bien, hazlas como tal; si simplemente quieres abrirte camino tienes derecho a abrir venas y disparar cañones, pero hazlo.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Inspiración no llega, así pico a su timbre y acudo a ella, no contesta; pego a la puerta. No contesta. A través de la mirilla puedo percibir aún la pesada gravedad de su ojo, lo sabe. Y para deshacerse de tal embarazoso sentimiento, de ira y desesperación por esconderse y devolverme todo lo que me ha quitado, introduce la llave en la cerradura girando hasta tres vueltas hacia la izquierda y apoya su mano en el picaporte, dejándola caer y dejando entrever esta vez sí su mirada a través del aire. Avanza un paso colocándose frente a mí, tiene un olor único que sólo consigo recordar cuando de nuevo lo compruebo, como uno de esos rostros de alguna persona importante que no logras diferencias en la bruma de tus recuerdos, pero que cuando lo tienes delante no hay duda que quepa, se trata del mismo. Cierra la puerta con un leve empujón, me coloca la correa; bien atada, bien fuerte, y a modo de indicador tira levemente de la cuerda para que empiece andar, pero lentamente, todavía no ha llegado el momento de ahogarme. "¿Por qué sólo me visitas de madrugada, colocado, dolorido, impermeable; y jamás cuando invierto en mi felicidad?". No habla, no deja hablar tampoco porque su silencio es un muro con pinchos, que permanece yerto pero siempre arrolla.

Por eso cuando ella no viene yo voy a ella.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Paseo de aquí allá, admirando la belleza, no intervengo en ella, hay cosas que no deberían ser tocadas. La mano infecta del hombre, que todo lo pudre con intención de nutrir para un futuro mejor. Príncipes de la misma soberbia, o de la valentía.

No, yo no. No, yo jamás desperdiciaré mi presente preparando mi futuro, un extraño parámetro de medición del tiempo que nunca entendí.

Más allá de los kilómetros luz, los eones y la propia muerte perdura el amor (que también es odio, egoísmo; voluntad de poder en definitiva), que nos hace romper las cadenas de lo implantado con pinzas en nuestro interior; y a la vez de justo lo contrario. He logrado ver o atisbar un reflejo, proviene del brillo cegador que desprende la dualidad del amor, de la eternidad, de la destrucción, de la vida y de la muerte. Tal vez, al igual que todos aquellos que durante milenios se han estado ocultando tras las espaldas de un ente sabia y benevolente, yo, pido auxilio y se me es concedido como una ilusión, un sentimiento de paz sin duda inspirado por el desasosiego inherente y sutilmente inevitable al que como humanos, como animales y como mortales nos vemos atados. ¿Cómo trascender entonces, de qué manera saltar y alcanzar el cielo?

¿Qué ente malévola nos hizo propensos y tan increíblemente capaces de imaginar, pero tan débiles e inexperimentado para poder volar?

domingo, 30 de noviembre de 2014

Escribo para mantenerme con vida, para tener otro motivo para continuar, para dejar testimonio de mi lucidez o mi paranoia, para conservarme cuerdo o sumergirme aun en el océano de mis tormentos. Afuera el sol luce y da calor, aportando un respiro más a toda forma de vida; pero en mi interior una batalla civil entre mis lóbulos acontece y nada la hace parar. Nada la hará parar.

El ciclo continúa, porque yo lo quiero así, porque así se hicieron las cosas y se repartieron los roles. Pero lejos de todo ese orden, omitiendo toda esa morralla que llaman lógica se esconde una voluntad, un alma tal vez demasiado grande para tan diminuto y escuálido recipiente, ¿cuándo se presenció que la más endeble de las columnas soportara el más pesado de los arquitrabes? Soy un cuerpo demasiado débil llevando a cabo un complicado trabajo, simplemente seguir con vida.

Por fin, amanece, quiere decir que me encuentro un día más cerca de completar mi inevitable trabajo. Seguiré adelante, no esperen que sonría.

jueves, 27 de noviembre de 2014

love is no longer in bloom

Dámelo, dámelo todo, ¿acaso no ves que ansío todo aquello que no poseo y desprecio eso que ya conseguí? Entrégamelo, devuélveme mi voluntad, ¿acaso no ves que soy un hombre, y como tal lo quiero todo y cuanto antes? Mentiras aquí y allá, falsos testimonios que perpetran el amor, la amistad; siendo así furiosamente demolidos por aquello que llaman voluntad de poder. Y detrás de ella no se esconde sino la más mordaz de las artimañas, la más cruel de las injurias: una necesidad imperiosa que debe ser saciada o acarreará tormentos y arrepentimiento a cualquier mortal, la necesidad de traición. Ah, y la corono como traición, porque de ningún otro modo puede el individuo mejorar la situación (que es lo único que siempre busca, ha buscado y buscará) si no es por el sendero de la traición, del desapego repentino, del cómputo.

Guardan la verdad en su interior, y no la usan, ni siquiera saben el don que poseen, poder decir que no y gozar la vida como ellos creen que la malgastarás. Qué bello retroceso, que convierte las flores mustias en motivos para continuar un día más. 

Permanece a mi lado por un rato y lárgate, vuelve a mí cuando sea necesario y prepara las maletas para cuando necesite verte marchar de nuevo. Un ciclo asqueroso, pero tan reconciliador con el odio perpetuo que nos une a todos, y si lo repudio es porque tengo la oportunidad de optar por algo distinto. Tal vez solamente yo.

lunes, 24 de noviembre de 2014

No sé qué me depara la vida, tampoco me interesa. Soy una estrella fugaz danzarina, y cuando me haya ido el brillo de mi estela perdurará, marcado a fuego en la memoria colectiva. Amabas algo que desperdiciaste, tú, que recibiste el don que aclamabas al cielo (o que tal vez el cielo te concedió sin formulación alguna), ¿no crees que aparte de imbécil eres arrogante, arrojando por la borda aquello por lo que muchos dejan su vida? Y ahora, ah, lloras y pides una explicación, porque es lo único que mereces. Aunque de igual manera tampoco te es concedida.

Las luces se mueven, bailan, son movidas por el viento, al menos así en mi mundo. ¿Y quién dice que mi realidad ficticia no pueda ser más feliz y menos utópica que esta realidad falsa? Algún día postrados sobre la cama, cada uno de vosotros, con el rostro arrugado y los dedos doblados, exclamaréis al cielo ¡¿por qué no me quemé en el fuego, por qué no salté al vacío, por qué no dediqué mi vitalidad a aquello que hacía libre mi espíritu y condenaba mi cuerpo?! Yo estaré riendo desde la tumba.

Salud compañeros, por una noche más; unos sumergidos en el fango de su propia opulencia, y otros retozando de placer en el fondo de algún pozo húmedo.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

He conocido a personas, que rodeadas de mierda, hasta el último momento en el que cierran lo ojos con la cabeza apoyada en la almohada a altas horas de la madrugada, aún tienen la valentía o la capacidad de sonreír al mundo y dar buenas noticias. 

Ah, los bípedos siempre serán decepcionantes, pues en cada relación humana existe un factor de traición, y muchos no lo quieren ver. Es por esta ceguera por la que elevamos las expectativas de nuestros más allegados, ignorando la necesidad que conforma nuestra condición, la necesidad de traición. Ligada a nuestra voluntad de poder se encuentra dicho impulso, un movimiento que nos hace conspirar, anteponer los pilares básicos de nuestra felicidad por otras recompensas mejores. Nos basamos en un constante vaivén de recelo, de balances entre lo bueno y lo que podría resultar mejor, siempre tratando de mejorar la situación.

Por ello, nadie merece a nadie, nadie merece nada bueno. 

En cada individuo hay algo mágico que el colectivo se encarga de deteriorar, porque la sociedad y la cultura no es más que la manera más liviana de saciar nuestro egoísmo vital; egoísmo que es la materia prima que nos hace movernos y dar color a nuestro mundo.



En honor a las personas que comen mierda para que otras no se cubran de ella.


martes, 18 de noviembre de 2014

Algo en tu magnetismo.

Aún creo en ti, porque tu brillo sigue vigente en mi mirada, porque más allá de mi misantropía aguda has conseguido (sin pretenderlo, sin saberlo) que en mi espectro vuelva a haber sitio para la confianza. En mí mismo, hacia el resto de las personas, en el destino. Preso tal vez de una ilusión, pero es mi ilusión; ¿admiro quizás una nebulosa surgida simplemente de entre los malos humos de mis reflexiones, de mi desubicación como animal alienado de su original cometido; o estoy presente ante la más esplendorosa obra que el caos ha creado? Por primera vez tengo la oportunidad de disipar una duda de tal calibre.

Creo en ti, porque hacerlo es creer en la capacidad divina del azar, de la destrucción, del amor a uno mismo y la conservación de lo más valioso que hay en el interior.

Recuerdo, cuando enfrentándome al misterio de la concepción de mi propia existencia, se elevó ante mí un coloso que llevaba mucho durmiendo. Yo le miraba, e impasible seguía su descanso. No debía importarle mi presencia, de hecho yo ni siquiera estaba allí, me encontraba dando saltos entre las diferentes capas superpuestas de la realidad. En ninguna de ellas te encontré, pero sí una mañana cualquiera de un día cualquiera, como una flor de almendro que no debe ser cortada, colocada por un rayo de sol para ser vista y no tocada. Entonces comencé un viaje muy distinto que me gustaría continuar de por vida.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Vi en la gente aquello que la gente cree ver. Algo reluciente. 
Calcina tu existencia y sus motivos, construye unos nuevos y jamás volverás a pertenecerles. ¿Una vida dedicada a la obediencia sólo para aprender a ser obediente? La justicia es tornadiza, la justicia es excluyente, la justicia es una quimera.

Vi en la gente aquello que esperaba ver. Demencia.
Nunca creí en las cosas buenas, y tal vez por ello todo lo que ansié y conseguí lo disfruté levemente y se me arrebató fugaz, quizás por eso soy diferente. Nadie tuvo que decírmelo, lo aprendí allá fuera.

La sociedad nos enseña a odiarnos. Quememos la sociedad. 
El parlamento nos obliga a odiarnos. Quememos el parlamento.
La vida se abre camino. Quemémonos la vida.
El hombre siembra desconfianza. Sodomicemos al hombre.
Las leyes causan injuria. Follémonos las leyes, más allá de la tinta y los papeles viejos casi amarillos. Inhalemos los antiguos pensamientos, y expulsemos su humo espeso. 



Admirémoslo.  


jueves, 13 de noviembre de 2014

i am not like you anymore, thanks god

Hoy escribo desde el lugar más recóndito y profundo de mi megalomanía y egocentrismo. Hoy es un antes y un después (otro más), porque he vuelto a tocar fondo. Cuando alguien tiene la mala fortuna de cruzarse conmigo y mis reflexiones siempre acabo mal parado, porque es normal que se frustren ante mí, cuando a continuación de mostrarles la inmensa mentira que es la vida siguen intentando acercarme a su mundo de sombras, siguen intentando hacerme ver que formar parte del juego no es ni por asomo tan malo como pienso. 

Qué gran error. 

Ah, creer que la vida es un regalo (que por otra parte no recuerdo a ver deseado) y que por ello debe ser vivida con alevosía y adoración. Y yo me pregunto, ¿no es mayor la osadía de dios que mi desidia, cuando por alguna razón me trajo a este mundo dotándome de tal visión del mismo?, ¿no es acaso verdad que no existe el amor, que no existe el altruismo, que todo en lo que la humanidad se basa y cree que es oro no es más que una barata reproducción de un mundo ideal y completamente idílico y utópico? No se engañen, ser feliz es imposible, porque a las verdaderas injusticias que se disfrazan de evidencias nadie presta atención, y acerca de las banalidades que a diario nos hacen levantarnos de la cama no nos percatamos de la falsedad implícita, desde su concepción a su creación.

Me siento en soledad, porque nada es cierto, porque en este mundo de sombras que destellan y parpadean ni siquiera hay algo de sinceridad en las relaciones humanas, porque el amor no es más que una transacción de intereses. Juegos de cartas, amigos míos, juegos de cartas son todos aquellos placeres, sean del tipo que sean. Porque la vida no es un regalo, es un pago por el descanso infinito que nos aguarda.

domingo, 9 de noviembre de 2014

its over

La tristeza me es entregada como una cruel maldición, y yo la tomo como un don bendito. Hoy la aguja no quería entrar, tal vez mis músculos estaban agarrotados, pero no lograba pincharme. No hay confort en la tristeza, en permanecer tirado y yerto sobre el oscuro sofá si al otro lado de la puerta ella llora. Qué asco, ser tan egoísta que ni siquiera puedo ser egoísta con los demás. A veces un "estoy jodidamente enfermo", otras "esto ha terminado, voy a matarme", pero nunca "no desistiré", porque desistir es más placentero que correrme en la cara de alguna chica bella que despierte mi interés.

Ya no escucho el viento en mi ventana, ya no noto lel golpeteo en mis hombros. Sólo quiero callarme. Disculpa, no es culpa tuya haber dado a luz al anticristo, no es tu culpa que de tu coño haya surgido el más humeante y nauseabundo cráter en el que ni los cerdos quieren revolcarse. Porque en mi interior no hay nada bueno, porque nací y pensé que ser feliz era ésto hasta que paré a fijarme en el resto de las personas.

viernes, 7 de noviembre de 2014

No pet names. No hand-holding. NO EMOTIONS (gay).

Sin duda la fantasía de un amor común (y cuanto más enfermizo mejor) merece un tobillo roto, sin duda la cercana y distante consumación de este merecería la rotura del otro; esta vez voluntariamente. No duden si sería capaz, pregúntense si Destino estaría dispuesto a concederme tal ocasión.

Y con estoica pasividad veo los días transcurrir, y las oportunidades fluir corriente abajo hasta llegar al mar, donde algún otro pobre infeliz seguro las aprovechará mejor que yo. O no.
Saben, no estoy triste, porque a veces pienso que vendrá a mí, que sentados en la cima de alguna colina compartiremos un porro mientras nos reímos de lo absurdos y ridículamente adolescentes que fuimos. Sería magnífico.
O tal vez, dejarlo estar, para que en unas décadas podamos contar esta perversa no-historia de amor, tú a tus hijos y yo a mis fantasmas.

Quizá seas demasiado buena para mí o para cualquiera. O no.

martes, 4 de noviembre de 2014

Vosotros, malditos teóricos de la vida (que de algún modo u otro siempre insisten en la veracidad de la vida y en el deber en ser esta tomada), no digan que debemos vivir cada día como si fuera el último, porque si así fuera habríamos acabado antes de empezar. Gritan, especulan, ordenan y dictan; son aquella clase de personas que basan su vida en el sermón del buen vivir, es una curiosa ironía que malgasten su tiempo hablando del tiempo de los demás. Justicia poética, lo llaman.

Vivan y dejen vivir. Permitan que su compañero se arroje al vacío, si es su decisión, ¿acaso no fueron de las locuras donde surgieron las más altas genialidades? ¿Quiénes son ustedes para impedir que nadie se arroje al fuego de su virtud, o al infierno de su obsesión? ¿Quiénes son ustedes para pecar de osados advirtiendo este mismo pecado en sus semejantes?

viernes, 31 de octubre de 2014

Tal vez Destino te puso en mi camino para demostrarme la volatilidad del amor inherente a toda relación humana.

Una bonita ilusión que desaparece, un antiguo sentimiento de desidia y desesperación que de nuevo hace acto de presencia. ¿Será la histeria adolescente lo suficientemente fuerte para soportar el torrente? ¿Acabaré mis días encerrado por no saber cómo vivir en este extraño mundo?

Estoy aquí, ¿pero dónde estoy?
Estoy viendo la vida pasar, ¿y adónde voy?

No estoy triste, soy terriblemente consciente de la felicidad vástago de la ignorancia. No puedo vivir en un mundo tan estructurado, tan atado, tan calculado, tan predecible. No puedo vivir en un lugar en el que mi soberanía como individuo y conciencia única se ve brutalmente violada por algo que llaman estado de derecho.

El hombre debe ser superado, y yo, por soberbia o desidia arranco de mi pecho todo aquello que hace humano al bípedo.

jueves, 30 de octubre de 2014

Siento frío en mi cogote, podrías ser tú, pero no. Podrían ser buenas noticias, pero no. Abajo quedan el odio, y también la razón. ¿Qué es este sentimiento extraño, que penetra como un polizón en mí? Soy dios, porque dentro de mi cabeza está mi maravillosa creación. Soy el pensamiento enfermo de algún esquizofrénico que a su vez nació de las neuronas defectuosas de algún otro pobre diablo, así los conceptos de vida, muerte, grande, pequeño, antes o después desaparecen; es mi ciclo personal. ¿Y qué importa que no sea cierto, acaso no basa la cultura su razón de ser en mentiras? A las mías no las llamo así, las llamo bonitas historias que deberían ser cumplidas. Alguien las vive por mí, en mi imaginación o en alguna dimensión paralela tan distante, no me importa.

Bang bang, estás muerto, y sin ningún tipo de consideración te etiquetan como a ganado antes incluso de tener capacidad para quejarte y escupirles. Soy tan feliz, porque a veces logro comprender por segundos cuál es mi sitio, y que todo lo que me han enseñado, y todo lo que me han dictado es erróneo. El mundo es tuyo, está escrito en luminoso, ¿acaso te ciega el brillo? 

Ah, cuántos buscaron su propia verdad a través del tiempo, el espacio y las personas, acarreando serias dificultades para situarse delante de esta y resolver por salir corriendo. Lo que ansiamos nos asusta, y nos asusta no tenerlo.

martes, 28 de octubre de 2014

bang bang im dead

Estoy viviendo mi tiempo dorado, así que tómalo con tus manos impolutas y bébelo. ¿Percibes el calor de lejos, a pesar de las paredes, las escaleras y el gentío? Te me clavas como una espina, porque eres aquel pequeño e inocente instrumento, aquella sucia y adorable golosina que llevarme a la boca después de caer al suelo tantas veces. 

Mírame, sólo mírame.
Acaricia el extraño velo que nos envuelve.
Rómpelo, arráncalo, y dime que todo era una ilusión.

martes, 21 de octubre de 2014

Se fiel a tu idea, sácala a la luz, enséñale al mundo su maravillosa creación. Muéstrala al sol y quémate en ella, arrójate al caldero, ahógate en tu propia polución. Se levanta contigo por la mañana antes de que amanezca, aparece en tu axila derecha disfrazado de bulto inesperado. No es cáncer, es la soberbia que quiere respirar. Todo lo que tenías que decir era adiós, conectar los puntos, tocar fondo para regresar a la superficie o alcanzarla por primera vez.

Eres el carburante de miles de presentes y futuras personas. Disfrutaste y consumiste los gramos, ahora el pasado son palabras, palabras de las que desvinculas el odio para dejarlas en buen lugar. Un lugar remoto en el que no vuelvan a molestar hasta que se degraden, hasta que se conviertan en ceniza y entonces puedas inhalarlas.

Un minuto más, un minuto más lejos de la realidad y más cerca de ti, de mi propio experimento. Porque no tengo la certeza de que este mundo sea el original, de que esté viviendo para mí y no danzando para un infinito teatro; así que creo en ti, como algo atado, irremediablemente correlativo a mis ganas de vivir y a las de quitarme el gran privilegio que es haber nacido. Ah, un privilegio que nunca requerí.

viernes, 17 de octubre de 2014

De la casualidad y el caos surge tu brillo, como aquella vez, casi inherente al sentido de amar. He estado rayando mi cordura pensando en ti, en un vano recuerdo que bien podría haber sido el espejismo más bello que jamás tuve la suerte de haber presenciado.

Tal belleza extraña en tu rostro, como la que coexiste en el seno de toda destrucción.

¿Te encontré o me encontraste? Tal vez coincidimos por primera vez o quizás hemos estado conviviendo a través del tiempo y el espacio sin darnos cuenta. 

Qué bendita suerte o desgracia futura la de verte a lo lejos, mientras busco un escondrijo entre la multitud y permanecer sumergido en ti durante el resto del día.

jueves, 16 de octubre de 2014

Leave yourself alone.

Presencié hasta qué punto la amistad puede volverse vanidosa, y quebrarse por dinero, droga, mujeres... Compañero, no puedes confiar en nadie, al menos no por demasiado tiempo, y hacerlo sería pecar de pedante aunque creerás que eres honesto y bendito. Amistad es mi religión, por aquello de que los amigos no existen.

viernes, 10 de octubre de 2014

"Ya he olvidado tu cara, pero no tu belleza. Llegaste sin que nadie pronunciase tu nombre, aunque ni siquiera lo conozco. Justo antes de la lluvia apareciste iluminando mi camino, y más tarde te ocultaste entre las nubes, probablemente acomodándote entre ellas.

Dime, ¿te gusta la humedad? 
                                               Respóndeme, ¿te gustaría volar?

Bajo tu mirada me derretía como el hachís, y jugamos al despiste sin mala intención, y con demasiada vergüenza. Cuando te fuiste buscaste mis ojos a través de los cristales, pero ya no estaba en el mismo lugar, y tal vez te marchaste con la sensación de que no aprovechaste una buena oportunidad.

Búscame entre la penumbra y la oscuridad, allá dónde las casualidades lo rigen todo y todos encontramos la felicidad. Búscame por si yo no logro encontrarte".

lunes, 6 de octubre de 2014

Vencedores y vencidos.

El dolor no es más que la marea que arrastra mis pensamientos más profundos hacia la orilla, y yo me dedico a transformarlos en renglones, o trazos, o notas que ni siquiera conozco. Estoy acostumbrado a tratar con el barro, a moldearlo, a aplastarlo y darle formas bizarras; pero nada lo compongo yo, todo viene solo. Y no sé si soy un imán que atrae con poderosa fuerza la inspiración más clara o el pozo sin fondo al que todos arrojan sus desperdicios, y estoy indeciso, porque de la más enfermiza demencia surge la más brillante obra de arte. Escribo esto en mi mente con los ojos cerrados, tratando a la vez de memorizar y de plasmar tu rostro en las paredes interiores de mis párpados, pero no estoy viajando y me frustro. Pero tú eres pura poesía- o tal vez me engañen mis testículos-, pero tú eres divinidad en el reino de los sentidos.

Quema tus virtudes, hermano mío, porque sino ellas te quemarán a ti. Quémate en el fuego de tus virtudes, pobre indeciso, si por suerte o providencia recibiste un don desperdiciarlo sería vileza o soberbia. ¿Dios me dio la vida y ahora pretende que la conserve?, ¿dios rompió mi silencio y ahora quiere que actúe para él? El hombre debe ser superado, pues de no ser así individual y colectivamente seríamos hipócritas, tal y como siempre ha sido y será.

martes, 23 de septiembre de 2014

No tengo nada que decir, tan sólo cosas que pensar. He aceptado un futuro que siempre rechacé y que sé que jamás completaré porque nunca seré lo suficiente imbécil. Ojalá volviera atrás en los días y volver a dejarme persuadir por la tristeza, tan astenia, me daba un objetivo en el que centrarme. No tengo nada con sentido que decir a nadie, no puedo rechazar la distimia si me seduce con sus encantos.

¿Quién soy yo para apartar este dolor, este don que cae del cielo y me aplasta? Divago entre las sombras de mis fracasos, deambulo como un perro sin dueño entre las callejuelas de mis recuerdos tan anclado al pasado. Y todavía creen que no es menester este desconcierto. No sé adónde voy, nunca lo supe pero creía que sí, por tanto hoy estoy igual de perdido que hace dos años justos, pero ya no me importa.

Dejarme llevar por la depresión y quedarme en la cama cuando aún no ha amanecido. Ese sentimiento, ah, el de ser tan extraño, tanto que estoy comenzando a creer deliberadamente que no encajo en ningún lugar. Ese es mi don.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Said: "Oh, well I know this will sound cold but I really have to go. Oh, It's not that I'm not free, there's nowhere I need to be, It's just your love's not what I need, so don't give it to me".

Tan asquerosamente programado, tan ridículamente obvio. Soy el peón de la partida de ajedrez más grande jamás programada para toda la eternidad. Estoy en el ojo del huracán, admirando la belleza en el vientre madre de la destrucción, y brilla cegándome. Me mentiré a mí mismo de nuevo para no admitir que vuelvo a estar en problemas otra vez, a causa de mis testículos o mi desidia. ¿Pero qué importa lo banal de la causa si se disfruta (aunque siempre retorne al mismo punto)?

Qué soy, quién soy, adónde voy... ¿Cómo expresar ese sentimiento retorcido, que me agarrota y me estruja, que hace diluirme entre mis propios pensamientos y más tarde me deja en blanco como succionado, como vacío y sucio? No sabría cómo llamar a aquel animal que desea rechazar todos aquellos placeres mundanos que en su sucia atracción buscan ser complacidos por encima de cualquier otra cosa, sin importar situación ni términos. Ah, y qué simple resultaría la vida si dejara de oponerme, qué dulce, tan dulce que sería empalagosa.

lunes, 15 de septiembre de 2014

She was a princess, the queen of the highway.

Cesan los disparos y el silencio más afilado que jamás sentí se proclamó rey de la habitación. Llaman a la puerta, podrían ser buenas noticias, o no. Podría escuchar un poco más y flagelarme un poco menos, tal vez reciclar el odio y enforcar su fuerza hacia otros objetivos, no lo sé. Sabes, pienso que somos armas de destrucción y que somos propensos a dañarnos a nosotros mismos, que somos nuestros peores enemigos y que cuando no conseguimos enjaular a la bestia que tenemos dentro pagamos nuestros traumas con sufrimiento ajeno.

¿Por qué destrozamos nuestra belleza y la atamos de pies y manos?, ¿por qué dejamos de prestar atención a las cosas realmente importantes de la vida, de las que se disfruta por el mero hecho de hacerlo y que implican ser el medio y el fin?

Qué incómodo e inoportuno magnetismo que convierte mis miradas fugaces en vaivenes de sexo anormal e irracional.

martes, 2 de septiembre de 2014

joy disorder

Qué complicado es sobrellevar uno de esos días vacíos en los que ni siquiera la droga te aísla de tu propio cansancio, cuando caminas por un desierto ártico que se extiende tres o cuatro veces hasta el horizonte. ¿Por qué tuviste que cambiar?, ¿porque tuvimos que cambiar?, todo se veía tan confortable bajo la inseguridad adolescente. Utilízalo una vez y destrúyelo, ¿de qué otra manera podrías evitar la depresión relativa a toda relación amorosa con su consecuente lucha de poder? Disculpen, tal vez sea cosa mía, ya que como varón me ciega más el prepucio que los párpados.

Este calor me está matando, mientras espero tumbado en la cama a que amanezca del todo, aguardando el momento de las arcadas y los mocos. Estoy hueco, y es porque ellos lo quieren así, ¿de qué manera si no un hombre libre, en un estado de derecho libre puede sentirse coartado y aplastado por las imposiciones de la cultura? Todo es mentira, la vida es una gran mentira.

Pero por encima de todo siempre he tenido la suerte de perdurar y lamentarme, de sufrir y disfrutar de esta decadencia exquisitamente perturbadora. Porque en los días que quiero morir me siento completo.

lunes, 25 de agosto de 2014

Viento y marea, sueños opacos que en su neblina y espesor ocultan realidades extrañas. ¿Qué quieren de mí o qué necesito de ellos? Deambulan, probablemente de aquí para allá de mi habitación, observando mis pensamientos y colándose como polizones en mi psique. Y entonces despierto y me incorporo con sobresalto de la cama de mis padres, las aspas del ventilador giran y hacen ruido; parecen un helicóptero, y la carcasa que lo rodea se difumina de manera que parece estar sumergido en agua, ¿estaré yo sumergido? Algunas cosas no pueden explicarse, suponiendo que mi estupidez no pueda llegar a tener más poder que mi propia voluntad.

domingo, 24 de agosto de 2014

Más allá de lo racionalmente demostrable.

Me marcho, vuelvo, voy y regreso. Es tarde, y mientras escribo estas líneas espero al Sol, pero aguardar su salida implica revolverme entre las sábanas entreabriendo los ojos en busca de figuras ocultas entre las sombras de mi habitación (más tarde viene ese inevitable quemazón en mi estómago que me acompaña durante el resto del día). ¿Qué fuerza imposible de esquivar me empuja a temer y deslizarme a un lado y a otro a través las fronteras del raciocinio y del miedo?, ¿por qué necesito descubrir lo que me asusta, y a continuación lo rechazo por el simple terror a lo desconocido?

Tengo miedo de creer, porque durante estos últimos doce meses me he sentido demasiado cerca y a la vez de espaldas, postrado ante una verdad que me asusta más que la nada. Conforme escribo esto más me aproximo, pero no estoy preparado. Definitivamente no estoy preparado.

domingo, 17 de agosto de 2014

Camino de regreso a casa, es muy tarde pero nunca lo es demasiado. Sujeto entre mis dedos índice y corazón un cigarrillo húmedo, mientras escucho a los monos en mis auriculares me gusta fantasear con la belleza indomable. Habría estado bien que en ese momento hubieras mirado mi cara para que me dijeras si estaba triste o jodidamente alegre, porque francamente albergaba serias dudas.

¿Es la luz de aquella farola lo que parpadea o soy yo? Seguí andando y de regreso me crucé con viejos recuerdos, pero cerré los ojos, y justo cuando nos encontramos cara a cara me embistieron. Quise llorar, quise huir, quise haber aprendido a volar el anterior Verano para escapar lo más rápido posible; pero no hubo manera. Recuerdo que sus rostros eran blancos y pensé en devorarlos como si se trataran de gramos blancos de m, pero sería caer de nuevo en el error.

¿Qué es aquello que recta a través del cielo y la tierra, que levanta los árboles y me empuja hacia atrás? Tal vez se trataba de el destino incomprendido. Pero no podía quedarme para comprobarlo. Continué y acabé donde siempre, sentado en un sofá roñoso en el que descansar con mis amigos justo antes de que amaneciera. 

miércoles, 13 de agosto de 2014

We just blew it, and I'm not sad. Well I'm mad, well I'm bad.

Hablemos de aquellos tiempos en los que no disfrutaba (o me saciaba) de derramar mi propia sangre, antes de probar el adictivo brebaje que emanaba de tu antigua boca y se colaba entre los huecos de tu antigua dentadura, mucho antes de consumir, mucho antes de perder la fe y comenzar a creer que no hay espacio para mí. Estaba acostumbrado a ver los gramos pasar delante de mí, pintaba paredes y esbozaba maneras indoloras y rápidas de quitarme la vida; tan sólo era un simple juego que más tarde cobró seriedad, una corriente por la que me dejaba arrastrar. 

Este aroma, ah, el de las noches en vela escrutando el techo con la mirada seca como del que se oye llorar, el del impertinente sentimiento de tratar a llegar a comprender la muerte; pero no puede comprenderse lo que no que no se experimenta. Tal vez, en la tristeza me siento completo porque me da la clarividencia de mis actos y mis pensamientos, o quizá sólo sea un espejismo, por eso vacilo y voy de un lado a otro de la línea. Y tal como aprendí me pregunto si todo es una invención, un teatro, y que yo, formando parte de un macabro espectáculo, soy el único actor; y permanezco sobre el escenario para hacer reír, ¿a quién? Si ni siquiera puedo confiar en mis sentidos, y lo único que tengo por certeza son mis propios pensamientos, ¿cómo pretenden entonces que acate sus normas, que crea en sus divinidades, que confíe en la extraña recompensa que me ofrecen? Yo no quiero oros, cadenas, ni tesoros; la auténtica recompensa es eliminar la necesidad de dicho reconocimiento, y eso nadie puede dártelo.

Aquí estoy y sigo siendo el mismo, mis lágrimas lo corroboran con innegable gentileza. Colecciono tapones de cera, los guardo en la cerradura de mis ojos porque la única llave que conservo lleva tiempo oxidada, y para ser sincero hace mucho que dejé de mirar a través de ella. ¿En qué lugar quedan la desazón y la histeria adolescente cuando mis pensamientos se debaten entre la vida y la muerte?, ¿qué importan las caricias, los besos o los excesos cuando la luz que refleja la búsqueda del conocimiento alumbra todo lo que siempre quise conocer? Por eso digo, que no temo a nada salvo a indagar, pero a la vez es lo que me da la vida. Por esta mierda muero, caigo y me levanto cada día.

Cuando cae la luz me convierto en una rata.

martes, 12 de agosto de 2014

You said goodbye.

Te has marchado, como quien se ha ido de viaje a un país extranjero, como el que se muda de barrio; pero tú nunca regresarás. Nunca volveré a verte, nunca volveré a verte, nunca volveré a verte. Contigo he aprendido lo complicado que es el concepto de la muerte, y por tanto también de la vida. Simplemente ya no estás, pero si en algún lugar queda algo de ti es seguro que estarás con ella. 

Siento que no llegué a conocerte, y que lejos de ser cariñoso contigo (tal y como merecías) no aproveché los últimos años en los que aún estabas en casa y podías vivir a medias. Desapareciste de la misma manera en la que te mantuviste sobre la tierra, con dolor, esfuerzo y fortaleza, soportando tu gigantesco infierno personal. Y ahora estoy llorando, porque estás muerto y sólo vives en recuerdos que también acabarán por desaparecer.

jueves, 7 de agosto de 2014

And four years have gone by.

"Buen intento, no podrás escapar, pero buen intento. A través de los baches y las penurias, tú avanzas impasible porque, ¿qué otra queda? ¿Para qué hablar acerca de lo que ya está muerto?, ¿para qué persistir en indagar la herida, si la sangre derramada jamás volverá a regar la tela interior de mis órganos? Ojalá todo ésto hubiera acabado bien. Los extremos se tocan, y por eso la más contundente felicidad genera en otro lugar tristeza. ¿Qué quieres que haga? ¿Qué quiero que hagas?, no leer estas líneas fermentando odio y creyendo que yo hago lo mismo, no es así. Es una verdadera pena que este fiel salvoconducto que es enseñar a una pequeña parte del mundo mis sentimientos provoque rabia en tu desvalijado corazón que luce en su interior muebles de atrezo; pero no puedes pedirle a un guerrero que no sangre, a un revolucionario que no sueñe, ni a un poeta que no escriba".

¿Y es que acaso no tengo el derecho a decir lo que siento (tal vez sea tu yo quien te obliga a prestarme atención) y a manifestar mi esquizofrenia de la manera humana más patética posible? Escribo todo lo que ves, pero a la vez hay tantas cosas que te dejas en el tintero. Creo que el dolor está dando paso a la locura. Otra noche sin dormir, caray, pura distimia, pero sabes, tiene un sabor agridulce que me encanta.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Behind the doors.

A la espalda el Volga, al frente Stalingrado y entre pecho y espalda la ceniza de mis suspiros. Caray, por fin tenemos algo en común, pero yo lejos de creer en mi sempiterna razón, con frecuencia me dejo derribar y alumbrar por ese insano y acertado pensamiento que me dicta que no tengo motivos para quejarme. En fin, supongo que me he hartado de hablar siempre acerca de lo mismo y por eso te menciono; o será porque busco en ti la empatía necesaria para afrontar una dura perspectiva común.


Para no hacer caso de tus ojos me escondo entre las cuerdas vocales de Jim, y canto en silencio con misticismo hacia el techo que me ve dormir y revolcarme como un cerdo. Quisimos hacer oídos sordos al diagnóstico de un eco pasado, pero erramos y ahora tan sólo sé hacia dónde no quiero mirar. He comprendido que las cosas buenas pueden cambiar.

domingo, 3 de agosto de 2014

What if you were right the first time?

Preso de este insomnio desmedido, dependiente de esta pasiva depresión. No es que no pueda librarme de mis antiguos demonios, es que algo dentro de mí me lo prohíbe. Camino de vuelta a casa por las calles que me vieron crecer saciado de odio inútil, con la permanente sensación en mis hombros de que el camino correcto no siempre es el más fácil. Y me pregunto, ¿habrá llegado el momento de dejar el pasado a un lado y dejarte emprender el vuelo? Te pido perdón, te pido perdón, te aclamo perdón... por no saber encajar medias verdades afiladas que se paseaban de incógnito delante de mis narices, pero yo nunca podré perdonarte el disimulo con el que apáticamente dejas correr mi sangre mientras sonríes hacia otros ojos. Como si fuera consciente de todo y a la vez un ignorante empedernido, pero jamás correré esa suerte. 

Y aquí sigo, tragándome palabras de desprecio que sólo me reconfortarían a mí en la espinosa soledad de mi habitación.
Y aquí permanezco, sentado viéndolas venir y encajando las piezas, sonriendo dulcemente mientras mi falo destila depresión.

¿Cuándo me convertí en ese tipo al que merece la pena ocultar ciertos aspectos de tu vida, ciertos aspectos algo vergonzantes para la mayoría que cubres con metros y metros de fangosa tierra como si yo fuera uno de ellos? 

La tentación me saluda como mi traviesa colega indiscreta, y a la vez tan mojigata. La misma que solía conseguir molestarme pero que nunca quise llegar a odiar. Y entonces dijo "Tenemos ese tipo de chispa que añade intriga al caldero del pensamiento que está apunto de rebosar". Nunca quise odiarte, no era parte del plan; así que mantén tu encanto donde no pueda verlo si no quieres verme marchar.

miércoles, 30 de julio de 2014

Until you say goodbye.

Y mientras yo consumo él muere lentamente un poco más, y yo aquí malgastando una juventud podrida que nunca pedí. Su vieja carcasa se está oxidando; su piel de anciano roble, con magulladuras y moratones, dan el claro testimonio de un cuerpo en declive. Ah, quién le diera con golpe certero la muerte que tanto desea y su sufrimiento pasara a otro lugar, y el mío también. 

Tantos años, tantas guerras, tantos conflictos y tanto sudor derramado; y ahora permaneces yerto sobre una cama blanca palpitando a cada segundo deseando que fuera el último. Eres el último en olvidar y por lo tanto el último en ser olvidado. Dentro de poco te reunirás con tu paloma blanca, y volarás, y pensarás (sin pensar) en tus allegados, ¿pero podrás esperarlos a todos?

Y mientras tú llevas años pudriéndote en una silla de ruedas yo trataba de ignorar una realidad tan dura como probable. Cuando te veo, y logro vislumbrar lo que en algún tiempo tan pretérito fuiste, ardo y me consumo por dentro al pensar en tanto sufrimiento en el mundo y que el tuyo no es más que un pedacito, una historia lamentable dentro de millones.

martes, 29 de julio de 2014

Love me a couple times, baby.

Oh, y la música acaba y las luces se apagan. Ámame dos veces, pero hazlo hoy porque me estoy marchando. Ámame dos veces, una por mañana y otra tan sólo por hoy, porque me estoy alejando. Ámame una vez (no podría hablar), ámame de nuevo (mis rodillas se torcieron), ¡ámame para que la sensación me dure al menos una semana! Ámame dos veces nena, porque me estoy marchando.

domingo, 20 de julio de 2014

I've got this friend, you see, who makes me feel.

Poquito a poco se marchita la flor de nuestra adolescencia en común. Ah, qué triste testimonio es el que recita mi alma en pena cuando ahora tú eres quien despreocupadamente da la espalda a todo lo que fuimos, y quema nuestra podrida pasión como carburante para la siguiente; bella, deseada e ineludible. Caray, y pensar que aún conservo en mi recuerdo todos los buenos momentos, y que de los malos en mi piel ya casi no queda testimonio.

No odio mi esencia, ella es pura; odio mi condición humana, porque cuando no te tengo te deseo y cuando estoy abrazado entre tus piernas me sabes a poco. Nunca me das la satisfacción, tan sólo el recuerdo. Y no te culpo, y quiero avisarte porque sé que alguno de estos días pensarás en mí y leerás estas líneas pusilánimes mientras arqueas las cejas y aprietas los puños. Perdóname, debo más a la vana memoria de cuando éramos unos críos inocentes que no sabían qué era jugar con fuego que a la persona que eres ahora. Y he de decirte algo, no la soporto (ni me soporto).

¿En qué puerto atracaré o en qué playa naufragaré? ¿Qué labios besaré o qué mano cruzará mi cara? ¿Cómo apuntar al éxito si la neblina de mis fracasos impide la visión del camino? Te odio y te amo por hacerme sentir el muchacho más desdichado del planeta, y conseguir que así lo creyera.

viernes, 18 de julio de 2014

Se mueve y no hace ruido porque se desliza suavemente.
Me sigue y me da calor,
y su recuerdo se difumina con el paso del tiempo.
Gente que ríe, aquí y allá,
bailan al ritmo y dispersan su voluntad entre el gentío y la droga.
Todos parecen tan felices,
saltando y superando las metas que la vida les impone,
bebiendo libertad del cuentagotas;
y yo tirado en la cama a mediodía esperando el momento de la culminación de mi crisis.

No importa, volveré a tragarme el orgullo
para así darle algo de trabajo a mi sistema digestivo.

El miedo es unidireccional, siempre me conduce al mismo lugar.
Sin embargo el odio tiene tantas vertientes como gotas el océano,
por eso es tan devastador.
Y por eso lo huyo aunque me invite a refugiarme en él, aunque me arrope.
Y por eso prefiero la tristeza, que aunque dramática y esquizofrénica jamás me miente.

Nirvana - Oh The Guilt (oh yeah, i really want to die)

domingo, 6 de julio de 2014

Come on baby, light my fire. (7)



Crows

Let's swim to the moon,
uh uh.
Let's fuck in the dark,
drinking in the afternoon
you show how you really are.

Oh please, let me climb
through the roots of your life,
and stay for a time
to get hight to the clouds.

Killing in the name of
a forgotten spirit,
in the middle of the night 
they cry when should
to hear their mind,

and let be go by.

I scream in the deepest of my own madness,
and I wonder, where is the heroes?

Some kind of cancer have 
destroyed they all.
And me, the soul of freedom,
want more, want more, want more.

Away the regulations, 
the prisions, the love,
the hate and the police stations,
THIS IS MY CREATION.

miércoles, 2 de julio de 2014

Todavía escucho los acordes de Do I Wanna Know? y puedo sentir la completa libertad después de haberme librado de ti, la sensación de no ser aún un adicto consumado y nuestro último de tantos breves idilios enfermizos. Supongo que mi anterior Verano se resumiría muy bien con los coros de Matt y los versos embriagados de Alex entre brindis, caladas y besos.

Por unos minutos me mantengo en trance, flotando entre mis brotes suicidas y el humo de los porros, mientras mi cuerpo permanece yerto sobre el sofá. ¿Qué soy en ese momento más que un amasijo mal repartido de carne, huesos, músculos y vísceras? ¿Qué soy cuando ni siquiera mis más allegados empatizan ni quieren comprender mi dolor y a raíz de ello debaten, critican y se burlan? Nadie puede contar conmigo porque nací cuando nadie lo esperaba, y ahora todos se percatan de que estuvieron tratando con un muerto todos estos años.

Y a todos quienes me consideran un loco, no sólo les doy la razón, sino que les deseo sinceramente que jamás corran la suerte de conocer todos los entresijos de mi mente, porque entre sus purulentos pasillos se esconden cosas aterradoras.

jueves, 26 de junio de 2014

they are taking their time right behind my back

Mi rostro, y mis gestos de octogenario resentido suelen ser un buen preludio a la lluvia. El crío crece y ahora recoge lo que sembró, y se pregunta si merece la pena lamentarse por ser distinto. Hablo conmigo mismo esta noche porque no puedo olvidar, a un lado y a otro de mi cabeza detrás de cada cigarro. Por cada verdad me hundo más dentro de la caverna y sin embargo ya casi percibo el calor de la hoguera y me río de las sombras. ¿Para qué escribir?, ¿para qué sentir y dejar constancia de ello si de lo único que estoy seguro es de mi propia existencia? 

Hago música con los ruidos que salen de mi cabeza, y en vez de sangrar toco, y en vez de llorar consumo, y en vez de nadar bebo.

The White Stripes - Seven Nation Army (Live At Rock Am Ring, 2007)

domingo, 22 de junio de 2014

Penitente voluntario de la cárcel del cuaderno.

Seguramente, el signo más inequívoco de mi recaída y de mi sufrimiento sea esta falta de inspiración que me llena y me vacía al mismo tiempo. Y si como decía Werther los hombres no se dedicasen con tanto ahínco a recordar los dolores antiguos en vez de soportar con entereza un presente tolerable habría muchas menos amarguras, pero es ese constante e interminable ciclo lo que nos hace humanos, tal vez demasiado humanos. Soy distinto al resto, soy extraño pero no interesante, vivo intolerable al resto de las personas. Mamá no entiende que la tristeza sea mi aliento, que mi cuerpo necesita segregar lágrimas y mi cerebro dolor para saltar del cráneo a mis manos. 

Doy gracias por todo este sufrimiento, lo necesito para crear.

martes, 17 de junio de 2014

I hate myself & I want to die.

Por la mañana arcadas y ardores, los mocos de mi garganta entran en mi estómago como polizones colándote a través del cardias. Me quema por dentro. Me pregunto si hay algo en mi vida que siga mereciendo la pena, y madre dice que no hay nada que no se pueda arreglar, ¿pero acaso estoy estropeado? No hay nada que haya que solucionar en mí, simplemente giro en sentido contrario al del resto del mundo. Nací así, lo recuerdo desde mi más tierna infancia, ese sentimiento de exclusión, de ser simplemente distinto y no comprender hasta ahora en qué y por qué. ¿Es una bendición o un castigo?

sábado, 14 de junio de 2014

Todo lo que hay en mí se concentra en un único punto, comprimiéndose hasta no ser nada y explotar violentamente. Voilá, la ambición se comió al hombre, y aquí permanezco, esquivando el recuerdo de antiguas personas a las que sólo querría ver por el retrovisor. ¿Antes tenía un futuro o me conformaba con el que ellos me daban en lugar de rechazarlo todo? Hoy vuelvo atrás, lamentándome por haberme dejado llevar por mi sentimentalismo extremo, y lo más patético que hay en ello es mi arrepentimiento, creador de infortunios e inútil comandante de mis sentimientos. 

martes, 10 de junio de 2014

Please, believe me.

¿Dónde está el camino? Algunas noches enloquezco y giro de un lado a otro de la cama, deambulo a oscuras por las habitaciones y divago. ¿Hay algo que la voluntad humana no pueda vencer?, no, porque todas esas cosas que nos reprimen, que nos vencen y nos convierten en vasallos de nosotros mismos son invenciones de nuestra propia mente. Yo soy llave y soy candado, soy el calor de la forja y el óxido del mar, soy luz y soy oscuridad, podría ser todo lo que quisiera ser y sin embargo no puedo. En todo humano se encuentra esa dualidad, de amor y pasión por seguir adelante y de temor y arrepentimiento por quedar en el camino.

Progresivamente vamos venciendo al miedo, ¿y a qué precio?, el de las vidas de tantos inocentes (e ignorantes) que murieron por ideas vacías.

Soy el peor en lo que mejor se me da, y por ese don me siento completo, porque siempre tengo clara mi condición. Soy inservible a los ojos de tantos, y cuando giro los ojos y veo hacia mi interior sólo admiro grandeza, pero no soy capaz de creer en ella, tan sólo si alguien me convence.

jueves, 5 de junio de 2014

A este mundo somos arrojados.

Voy, vuelvo, parto y regreso de nuevo. Todo es un asqueroso ciclo del que saco más preguntas incontestables que respuestas reveladoras. Vuelve Verano, y con él el seco y pegajoso aire del Sáhara, mis recuerdos quebradizos y la sensación de ensoñación. Ah, tantos errores que cometí sabiendo la naturaleza tan perjudicial que estos tendrían sobre mí en el futuro, y aun así me lancé al vacío tantas veces sólo por la efímera satisfacción que proporcionaba un beso, un abrazo fuerte o simples palabras lascivas que nacían en su boca y yacían en mi oído. Ave María, que vuestro dios me libre de ser tan compasivo con el resto como lo soy conmigo, o más bien consentido, porque en un arrebato puedo prohibirme decirte la verdad pero no matarme. ¿Dónde estás cuando voy de pícnic a las lunas de Saturno, cuando cruzo el cinturón de Kuiper porque estoy falto de calor o cuando Orión y sus canes me persiguen hasta Andrómeda?


Estoy perdido en un vacío en el que no existe el tiempo ni la materia, tan sólo el incesante eco de miles de cuestiones que hacen escombros mis pensamientos. Dime, ¿serás tú quien ilumine mi camino y no mi faz?, ¿serás tú quien logre convencerme de que soy un genio nunca visto y no un loco mal nacido?

domingo, 1 de junio de 2014

Saber
que similar a ti no hay quien,
que nos estamos matando lentamente,
y de tu brazo sienta tan bien.
Examino las cumbres que coronas,
¿para qué quiero calor si tengo el de tu lumbre?
Perdona que me acostumbre a caminar bajo los relámpagos
mientras entonas versos de fina plata de ley.

Saber
que a tu alrededor todo gira más rápido,
que el tiempo pasa más lento
y las dolencias no castigan furiosas con su látigo.
En ti hay algo mágico,
un paisaje forestal que tiene mucho de trágico,
tal vez una soledad acostumbrada a las sombras,
escondida entre pequeños matices de dolor perpetuo

que se filtran delicadamente entre las palabras que dices.
Eres amor, eres pasión, eres guerra,
eres dolor transformado, y aunque no lo merezcas
también te consume la traición.
¿De dónde vino nuestro instinto de autodestrucción
y adónde nos lleva? Siempre me gustó pensar
que el dolor se ha encargado de atarnos
y lanzarnos juntos a lo lejos.

Saber
que tenemos el don aprovecharnos de manera egoísta
el uno del otro, que es lo que siempre insta,
¡y es una fastidiosa realidad que aceptamos con decoro!
Eres esa inspiración que siempre llega a la madrugada,
esa rima impecable que a veces sobra,
un pensamiento doloroso que desemboca en una acción macabra.
En definitiva, eres estúpida y antihumana.



                                                     A la joya en bruto que guardas y cuyo brillo a
 veces logra desempañar mi inspiración.



miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Cómo encontrar un equilibrio entre la vanidad y el amor? ¿Cómo puede pasar desapercibido el egoísmo latente en cada relación humana? Falsas morales lo han ocultado durante milenios, ¡y yo los vuelvo a sacar a la luz! Todo está corrompido, incluso yo mismo, todos los estamos, pero en nuestras manos está la decisión de alejarse del rebaño y escalar la alta montaña. No todos poseen tal voluntad. Y no es de extrañar, pues este angosto, y para muchos transparente sendero, implica renunciar a tantos placeres superfluos que se disfrazan de imprescindibles que es normal perder el norte con frecuencia.

Cuanto más leo más seguro me encuentro de mi condición, y no me llamen iluminado si lo prefieren; llámenme oveja negra, patito feo, cualquier calificativo que implique diferencia del grupo mayoritario es un dulce cumplido. Por eso, cuando me reprochan insidiosamente que parezco llevar la contraria por placer, provoca en mí efectivamente eso.

¿Acaso han experimentado la crepúscula satisfacción que se genera en el interior cuando todas esas ideas que pensaban que el mundo jamás comprendería y sólo cobran sentido en sus pensamientos son descubiertas por sus ojos iluminados y sedientos de conocimiento mediante lo que otro genio recordado a través del tiempo escribió hace siglos? Es entonces cuando te das cuenta de que vas por el camino que quieres seguir.

domingo, 25 de mayo de 2014

El antihumano.

¿Qué busca el hombre, y qué busca por naturaleza? Nacemos codificados mediante instintos a llevar a cabo necesidades, pulsiones naturales que revierten a la supervivencia de la especie. Hablo del sexo, hablo de sociabilidad, de toda clase de pulsiones que tienen como aparente fin espolear a la raza humana hasta el mismo Olimpo de los dioses, pero, ¿acaso es antihumano el individuo que decida por propia voluntad renunciar a toda esta clase de actos? ¿Qué es el hombre que rechaza sexo con una bella mujer, que niega favores y éxitos? ¿Cómo hemos de llamar a las personas que marcan para sí otras metas, otros objetivos? El ser humano ha llegado a ser lo que es tanto por su dogmatismo, como por su sabiduría, como por su idiotez desmedida; y de nuevo se plantea la siguiente cuestión, ¿merece la pena vivir en un mundo donde no nos dejemos llevar por nuestra voluntad de poder aunque esta nos lleve al cataclismo? ¡Y no estoy diciendo que todas la barbaries, asesinatos, genocidios... sean absolutamente necesarios!, pero cabe preguntarse dónde estaríamos si no hubieran tenido lugar. 

El que es persona lo es por poseer ciertos aspectos, ¿podríamos, y vuelvo a mi pregunta anterior, considerar a un individuo no-persona por no guardar esos aspectos? Sin duda, ese antihumano, que se separa de todo eufemismo, que rompe los grillete y se libera del peso de la cultura para flotar y ascender es único y cien por cien sí mismo. Ya no es un animal, ahora es una conciencia libre.

El camino del conocimiento es el camino del mesías, pero este mesías se diferencia de cualquier otro. El mesías del conocimiento busca su propio conocimiento sin necesidad de implantar dichas ideas (que siempre tendrá en cuenta que podrían ser erróneas) en nadie más, tan sólo las fermenta en su interior sometiéndolas a dudas. Hoy día ser distinto es complicado, doloroso e incluso desesperante, ¡pero contra más distinto me siento, contra más me aísla el mundo, más bendito me siento por este don!, ¿qué don?, ¡el de no ser una oveja más!


                                                                                       
                                                                                               Dedicado a la tristeza de Un.


jueves, 22 de mayo de 2014

Hoy hablamos, y tratas de ocultar en tus gestos
las señales que reflejan la pestilencia de nuestros actos
declarando un futuro incierto.
Te avergüenzas, te arrepientes,
y bajo el sello de mi simiente descansan
las opiniones de tus silenciosos clientes.
Y de pronto tu secreto y falso amor
se convierten en tabúes dignos de ocultar.
Castración química después
de la sorpresa,
en la que implica la caída de
nuestra mítica empresa.
Tantos años de sofocos,
tantos años de búsqueda
subiéndome por las ramas,
por buscar en la droga
lo que no encontré entre las sábanas de tu cama.
Gotas de sudor candente,
que alivian el odio
mientras llueven por mi frente.
Pagué el precio por negar la evidencia
de que es imposible disfrutar del pecado
sin soportar la penitencia,
y que por cada dulce bocado
se ennegrece un poco más esta existencia.
Quisieron enjaular a la bestia,
y sangre, sesos, vísceras,
son mi herencia.

lunes, 19 de mayo de 2014

Altruismo y voluntad de poder.

¡Ah!, los bípedos y su maldita costumbre de ver estrellas donde sólo hay oscuridad, de insistir en la existencia del amor donde sólo hay vacío, el cual llenan con insustancialidades. El amor, la amistad, el altruismo, son conceptos desinteresados, y por lo tanto falsos, pues ninguna acción humana (realizada de manera voluntaria) tiene otro fin que el de servir única y exclusivamente para el beneplácito de uno mismo. Todos aquellos sentimientos gratos de los que se nutre la humanidad son erróneos, carentes de sentido. En el amor, como en toda relación humana hay una inevitable lucha de poder, un esfuerzo por parte de todos los individuos que conforman la relación por conseguir más de los demás. La persona que con su cariño trata de revocar similares intenciones en otra no hace otra cosa que intentar sacar de ésta más de lo que le da. El altruismo por lo tanto es un fantasma, una sombra que se escapa a nuestra visión en el último momento. Nadie absolutamente (ni una madre por su hijo, ni un monje por sus feligreses) ejerce una acción benevolente de amor total, porque se quiera o no siempre hay un trueque.

Queda demostrado que el ser humano, a pesar de su inteligencia, de su moral, de su ética y de todas las ventajas y avances que presenta en comparación con el resto de vida, al fin y al cabo sigue siendo un animal que busca garantizar su supervivencia, lo cual insta irremediablemente a poseer y saciar su voluntad de poder. El hombre no lucha por un trozo de carne, claro está, pero sí por factores distintos. Existe egoísmo en toda relación humana, y aquel que no lo ve vive engañado, con los ojos vendados por la superflua satisfacción que otorga la ignorancia.

Pero, ¿puede acaso considerarse malo o indeseable nuestro más fundamental engranaje? No. ¿Podrían imaginarse a una humanidad sin reyes que conquistaran tierras, sin artistas que dejaran su legado para generaciones futuras, sin perturbados que violaran a mujeres, sin una ambición digna de perseguir? Mucho menos. Nuestra voluntad de poder es el motor de todo lo que hacemos, es lo que otorga sentido a las acciones que realizamos y en la mayoría de los casos egoísmo al amor.

Kaoru.

Morir en el momento justo... ¿morir en el momento justo? Todos los días sopeso mis virtudes y mis defectos, algunas veces unos calan más que otros. ¿Cómo consumar la vida, cómo vivirla a ella antes de que ella me viva a mí? ¿Acaso no son pretensiones excesivamente difíciles para un crío adolescente? ¡Y hablando de adolescencia!, resultó ser un período demasiado corto para tal ciclón constante de sentimientos enfrentados que hasta el día de hoy se alarga. Pero eso no quiere decir nada, porque más allá de la angustia social, del descontento sexual y el rencor por acciones pasionales se encuentra mi misión, la que yo mismo me encomendé.

La belleza que a mi alrededor gira me deslumbra, hace que me odie a mí mismo, tal vez porque busco la mía en un reflejo vacío. Neila, me enseñaste a conectar los puntos, probablemente la lección más útil que me han enseñado en menos tiempo. Por eso ahora dejo los días pasar, cultivo mi mente y a la espera y búsqueda de algo mejor.

domingo, 11 de mayo de 2014

I think you should know.

El terror de esta lenta agonía sigue proclamándose a través de los días, las semanas y los meses. La esperanza me mantiene con pulso otras veinticuatro horas, mientras que la droga impide que atraviese mi cráneo; dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y por eso es uno de los peores males de la humanidad. Enciendo el reproductor y pulso play a esa canción que cuando estábamos juntos tocabas y cantabas para mí, y ahora estoy llorando, ¡la declaración definitiva de que no lo he superado! Pero no quiero ver a nadie, no quiero volver a tocar a una persona jamás, ¿por qué, grito con vértigo hacia el interior de mi esófago, toda mi felicidad se ve relevada cuando vuelvo a necesitar a otros bípedos pútridos como yo? Hoy me he despertado a las cinco de la tarde y aún con todo me sigue pareciendo un día demasiado largo. Me odio a mismo y quiero morir, os odio a todos y desearía ser autista, romperme los huesos o saltar desde el trampolín de mi alféizar.

lunes, 5 de mayo de 2014

Funciones lineales sobre el funcionamiento del cerebro de una rata.

Por desgracia nada va bien, nada está en su sitio, o tal vez el entorno ahora sea diferente. En los últimos meses no he ansiado casi nada, y la ilusión de conseguir algo que deseaba enseguida se vaporizaba entre mis manos cuando lo conseguía o simplemente lo olvidaba cuando resultaba ser una tarea que requería demasiado esfuerzo para tan poco beneplácito. Creo que todos estos años de llantos, riñas, traiciones y derrames hormonales han sido un buen anestésico para dejar de sentir, tanto lo bueno como lo malo. La joven angustia adolescente ha merecido la pena, ahora estoy aburrido, y jueces autodeterminados juzgan más de lo que jamás han vendido. No sé qué camino tomar, ni siquiera sé qué opciones tengo, ah sí, seguir la corriente como un pez muerto o remontar río arriba, tratarán de pescarme. Las pocas fuerzas que me quedan las empleo en la reflexión metódica de mi existencia y de la razón de esta, y aunque aparentemente de nada sirva para solucionar mis numerosas aflicciones, estoy seguro que en el fondo de la verdad primaria se encuentra no la felicidad, si no el conocimiento absoluto y pleno que trae consigo la ataraxia. Con esto no trato de evitar el sufrimiento, de hecho, desde que probé de su agridulce néctar jamás quedé saciado por mucho tiempo y siempre necesité más, a veces pienso que el dolor es imprescindible para el verdadero crecimiento del espíritu.

Algunos días el suicidio parece una opción muy viable, y siempre lo será, porque mi autodeterminismo me conforta, me da la capacidad de elegir sobre mí mismo antes que nadie; y si desaparezco por un disparo certero, o bien por unos cuantos gramos de más, que en mi epitafio escriban "Murió porque fue su decisión".

domingo, 4 de mayo de 2014

estásmásdelgadoestásmásdelgadoestásmásdelgadoestásmásdelgadoestásmásdelgado

Esta madrugada desperté entre acordes de quinta, y por si fuera poco al cerrar los ojos me pillé los dedos con la puerta de mis párpados. Las noches son crueles, en serio, nada bueno ocurre a horas tan avanzadas, salvo que sea malo para otra persona. Me odio a mí mismo y quiero morir, y puedo decirlo con absoluta certeza sin necesidad de que mi novia me haya dejado, de que mis amigos me hayan traicionado, de haber perdido a mis más importantes compañeros, de que este mundo esté en permanente discordia conmigo o todas las anteriores juntas.

Yo soy el genio maligno, yo desmiembro la realidad y tejo una tela falsa donde todos pensamos y nos movemos. Yo soy ese dios con sentido del humor que mandó a los hebreos a tostarse cuarenta años bajo el sol del desierto. Yo soy ese dios que sentado en su trono del Olimpo encadenó a Prometeo durante toda la eternidad al Cáucaso para que un águila devorara su hígado cada día. Yo soy, en definitiva, mortal cognoscente de todo el dolor pero a la vez ignorante voluntario y por necesidad imperiosa.

viernes, 2 de mayo de 2014

Blue in green.

Me odio a mí mismo y me desprecio incondicionalmente, dentro de mi cabeza circos mentales y lagunas de espeso fango. Estás ahí incluso adonde sólo llega la humedad de mis ideas, limpio de huellas. ¿Todo está en mi cabeza o eres vástago del mismo diablo? No sé disfrutar de las cosas buenas, mis pensamientos oscuros lo empañan todo... y toda mi inspiración revoca en un inexorable agotamiento por describir mi sufrimiento, y el resultado es siempre esta masa purulenta, este pus infecto de rabia y resentimiento. Por no hallar respuestas en culpabilizar a los demás hago recaer la responsabilidad de todos mis males sobre mí, y no estoy pidiendo socorro (no sean patéticos), realmente se siente muy confortable permanecer en el lado oculto de la luna por años. Estoy tan jodidamente acostumbrado a tus falsas insinuaciones y a mis instintos primarios que a veces las noches pasan delante de mis ojos como estrellas fugaces que devoran el cielo que son las paredes de mi ano. Soy aquella flor que torció su tallo buscando la luz del Sol y acabó padeciendo escoliosis aguda, ay de mí, ridículo amasijo de huesos, carne y vísceras, no soy más que eso, un asqueroso bípedo. Me avergüenzo de mi condición humana, aun más de mi condición mortal y sobre todo de mi condición masculina. ¿Por qué no arrancarme los testículos de cuajo?

domingo, 27 de abril de 2014

Los roles se han invertido, y ahora soy yo el que toca a tu puerta esperando respuestas, y tú quien me evita por prudencia. No te culpo, ¿si puedes vivir sin mí por qué ibas a arriesgarte a volver a sufrir por culpa de mi indecisión?, podría prometerte que esta vez no será similar a la anterior y que me he dado cuenta de lo ruin que es dañar a una bella manzana en flor, pero todas estas palabras a ti te sabrán insípidas, vacías; y repito, no te culpo. Te llena más, te deja mejor sabor de boca saber que giro a tu alrededor, que soy tu Hubble particular y te observo desde la cercana distancia, caray, el tiempo ha pasado muy rápido y aún sigo orbitando. A mí también me resulta más fácil hablar con tu recuerdo que con tu verdadera figura, pero yo lo achaco al miedo, al miedo de muchos días de salir a buscarte y arrepentirme cuando estés delante de mí, por eso sueño contigo. Es una pena que ni siquiera mi gravedad afecte sobre tus mareas. Algún día llamaré a tu puerta y tendrás que rechazarme.

¿Habré olvidado cómo se ama de una manera sana y no-enfermiza? Ya no lo sé, dentro de mi cabeza el sexo, el rencor, el amor y el odio se mezclan y fermentan en una única composición que huele a podrido y gangrena mi corazón. ¿Qué sería de mí sin el sexo?, sería Dios. Vi tu cuerpo aparecer entre la brumas y pensé que debía ser mío, pero no sé cómo librarme de mis antiguas infecciones. Perdóname, sólo estoy tratando de advertir, que en mi interior muere de aburrimiento una bestia que nunca ha sido liberada y temerosa del mundo exterior porque no conoce nada más allá del acero de los barrotes de su jaula. Y es ésto o esperar un disparo certero en la sien, lo siento, elijo vivir.

jueves, 24 de abril de 2014

Esta noche estoy al borde. Lo siento viejo, a estas alturas permanecer en la misma habitación que tú, compartir el mismo aire, me resulta nauseabundo. Ojalá pudiera fingir aprecio, hacerte creer que te quiero y te requiero sólo para que mamá durmiera un poco mejor por las noches. 

¿Por qué tengo claro lo que me está enfermando pero no lo que puede curarme? Hoy he vuelto al punto dónde empecé, hace un año; y desde hace dos a los ojos de la sociedad no he avanzado nada. Leo el doble o el triple que la media, el noventa por ciento del tiempo estoy pensando en cuestiones a las que la mayoría llegarán con suerte en su vejez, compongo música que inspira a los dioses... y aun con todo (y hablo desde el fondo de mi arrogancia) sobre el papel soy un paria. Alabados sean los bípedos hijos de puta, pero yo no soy como ellos, yo vengo de una nave.

Abandonar la reunión lo le sirvió de nada a Philip para limpiar su mente de porquería. Echó a andar por Fillmore Street lleno de ansiedad. ¿Y su arsenal de técnicas para sosegarse? Todo cuanto durante mucho tiempo le había proporcionado estructura y serenidad se desmoronaba: su disciplina mental, su perspectiva cósmica. Buscando la ecuanimidad, se dijo: no forcejees, no te resistas, despeja tu mente; no hagas otra cosa que mirar el espectáculo pasajero de tus pensamientos. Deja que tus pensamientos pasen por tu conciencia y luego se desvanezcan.

Las cosas se hacían conscientes, sí, pero no se desvanecían. Por el contrario, las imágenes deshacían el equipaje, colgaban la ropa, organizaban la cada de su mente. Apareció el rostro de Pam. Philip se concentró en su imagen, que, sorprendentemente, se transformó retrocediendo en el tiempo: sus rasgos rejuvenecían, y porto pudo ver a Pam tal como la había conocido hace muchos años. Cuán extraño era vislumbrar a la joven adulta. Normalmente imaginaba la trayectoria opuesta, ver el futuro en el presente, la calavera bajo la impoluta piel de la juventud.

¡Cuán radiante aparecía su cara! ¡Y qué sorprendente claridad! De las mil y una mujeres cuyos cuerpos había poseído y cuyos rostros se habían difuminado hacía tiempo, fundidos en un solo semblante arquetípico, ¿cómo era que el rostro e Pan persistía con tal profusión de detalles?

Luego, para su asombro, le vinieron a la vista nuevos recuerdos de la Pam joven: su belleza, la desbordante excitación que ella había sentido cuando él le ató las muñecas con su cinturón, sus orgasmos en cascada. Su excitación sexual, la de Philip, era apenas un vago recuerdo corporal, una silenciosa sensación de presión y regocijo pélvicos. Recordó también quedarse en brazos de ella largo rato. Y precisamente por ese motivo la había considerado peligrosa y había decidido no verla nunca más. Pam representaba una amenaza para su libertad. Lo que él perseguía era la rápida satisfacción sexual: ése era su salvoconducto para la ansiada paz en soledad. No deseaba la carnalidad, lo que quería era ser libre, escapar de las ataduras del deseo para poder entrar, siquiera fugazmente, ne el ámbito libre de deseo de los verdaderos filósofos. Solamente una vez saciado podía tener pensamientos sublimes y reunirse con sus amigos, los grandes pensadores cuyos libros eran para él como cartas personales.

Tuvo más fantasías; la pasión volvió a hacer acto de presencia y lo arrancó de la lejana tribuna de los filósofos. Philip ansió, deseó, quiso. Y, más que ninguna otra cosa, quiso tener entre sus manos el rostro de Pam. Las estrictas conexiones entre pensamientos perdieron consistencia y cohesión. Imaginó un león marino rodeado por un harén de focas, y luego un chucho lanzándose una y otra vez contra la cerca metálica que lo separaba de la perra en celo. Se sintió como un cavernícola armado de una estaca, gruñendo, ahuyentando a sus competidores. Quería poseerla, lamerla, olerla. Pensó en los musculosos brazos de Tony, en Popeye zampándose las espinacas y lanzando la lata vacía. Vio a Tony montando a Pam, ella espatarrada, rodeándolo con los brazos. Ese coño tenía que ser para él y nadie más. Ella no tenía ningún derecho a profanarlo ofreciéndoselo a Tony. Todo cuando ella hacía con Tony mancillaba el recuerdo que Philip tenía de Pam y empequeñecía su experiencia. Sintió náuseas. Era un bípedo.

Torció hacia el paseo marítimo y luego cruzó Crissy Field hasta la bahía y continúo bordeando el mar, donde el oleaje y el aroma de la sal consiguieron sosegarlo. Tiritó y se abrochó la chaqueta. En el crepúsculo, la fresca brisa del Pacífico enfilaba el puente Golden Gate y pasaba rauda por su lado igual que las horas de su vida pasarían siempre por su lado sin calor ni placer. Aquel viento presagiaba la escarcha de infinitos días por venir, días polares de levantarse por la mañana sin esperanzas de hogar, amor, contacto, goce. Su mansión de puro pensamiento no tenía calefacción. Qué raro que no lo hubiera pensado antes. Continuó caminando, pero con la trémula certeza de que su casa (y su vida entera) había sido construida sobre unos cimientos tan falsos como endebles.


                           
                                                                                La cura Schopenhauer, Irvin D. Yalom.