viernes, 7 de noviembre de 2014

No pet names. No hand-holding. NO EMOTIONS (gay).

Sin duda la fantasía de un amor común (y cuanto más enfermizo mejor) merece un tobillo roto, sin duda la cercana y distante consumación de este merecería la rotura del otro; esta vez voluntariamente. No duden si sería capaz, pregúntense si Destino estaría dispuesto a concederme tal ocasión.

Y con estoica pasividad veo los días transcurrir, y las oportunidades fluir corriente abajo hasta llegar al mar, donde algún otro pobre infeliz seguro las aprovechará mejor que yo. O no.
Saben, no estoy triste, porque a veces pienso que vendrá a mí, que sentados en la cima de alguna colina compartiremos un porro mientras nos reímos de lo absurdos y ridículamente adolescentes que fuimos. Sería magnífico.
O tal vez, dejarlo estar, para que en unas décadas podamos contar esta perversa no-historia de amor, tú a tus hijos y yo a mis fantasmas.

Quizá seas demasiado buena para mí o para cualquiera. O no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario