viernes, 21 de agosto de 2015

Bendita mierda enlatada que suelto antes de dormir.

Tal vez roto y desvalido. ¿Oíste eso?, fue el quebrar de las cortinas, estoy colgando sobre el alféizar. Viva la existencia enmarcada en caracteres encriptados, la vida es un puzzle del cual perdimos casi todas las piezas. Cuántos conocimientos extraviamos por el camino, al saltar la zanja y autoproclamarnos emperadores de lo desconocido obviando antiguos saberes como críos que desean ser adultos creyendo que la madurez otorga más bienestar que la inocencia. Algunos individuos que concibieron la existencia en su grado más puro fecundaron hojas de papel vacío con sus ideas, ahora todo ese flujo corre a través de mí con fuerza y voy a compartirlo.

Lidio con la vida, que es bien distinto a vivir, soporto la desidia con la que las horas arrastran sus talones, aguardando algo bueno. Edulcoro los malos recuerdos que saben a agrio, algunos escuecen en mi boca como el limón, me marcho y sin comerlo ni beberlo de nuevo estoy de vuelta, listo otra vez para irme por siempre. Sutiles banalidades, mentiras piadosas que buscan ser desveladas a oídos de quienes desean juzgar, tienen sed de pagar con la misma moneda con la que marcaron su piel en puro dolor destilado a aquellos inocentes de pecar. Puede, y solo puede, que enamorado del deseo más que del objeto deseado alcance comprender el medio como fin último haciendo desquebrajarse así toda la moral que he ido puliendo. Nacer de nuevo y soñar creyendo, qué dulce.