martes, 23 de septiembre de 2014

No tengo nada que decir, tan sólo cosas que pensar. He aceptado un futuro que siempre rechacé y que sé que jamás completaré porque nunca seré lo suficiente imbécil. Ojalá volviera atrás en los días y volver a dejarme persuadir por la tristeza, tan astenia, me daba un objetivo en el que centrarme. No tengo nada con sentido que decir a nadie, no puedo rechazar la distimia si me seduce con sus encantos.

¿Quién soy yo para apartar este dolor, este don que cae del cielo y me aplasta? Divago entre las sombras de mis fracasos, deambulo como un perro sin dueño entre las callejuelas de mis recuerdos tan anclado al pasado. Y todavía creen que no es menester este desconcierto. No sé adónde voy, nunca lo supe pero creía que sí, por tanto hoy estoy igual de perdido que hace dos años justos, pero ya no me importa.

Dejarme llevar por la depresión y quedarme en la cama cuando aún no ha amanecido. Ese sentimiento, ah, el de ser tan extraño, tanto que estoy comenzando a creer deliberadamente que no encajo en ningún lugar. Ese es mi don.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Said: "Oh, well I know this will sound cold but I really have to go. Oh, It's not that I'm not free, there's nowhere I need to be, It's just your love's not what I need, so don't give it to me".

Tan asquerosamente programado, tan ridículamente obvio. Soy el peón de la partida de ajedrez más grande jamás programada para toda la eternidad. Estoy en el ojo del huracán, admirando la belleza en el vientre madre de la destrucción, y brilla cegándome. Me mentiré a mí mismo de nuevo para no admitir que vuelvo a estar en problemas otra vez, a causa de mis testículos o mi desidia. ¿Pero qué importa lo banal de la causa si se disfruta (aunque siempre retorne al mismo punto)?

Qué soy, quién soy, adónde voy... ¿Cómo expresar ese sentimiento retorcido, que me agarrota y me estruja, que hace diluirme entre mis propios pensamientos y más tarde me deja en blanco como succionado, como vacío y sucio? No sabría cómo llamar a aquel animal que desea rechazar todos aquellos placeres mundanos que en su sucia atracción buscan ser complacidos por encima de cualquier otra cosa, sin importar situación ni términos. Ah, y qué simple resultaría la vida si dejara de oponerme, qué dulce, tan dulce que sería empalagosa.

lunes, 15 de septiembre de 2014

She was a princess, the queen of the highway.

Cesan los disparos y el silencio más afilado que jamás sentí se proclamó rey de la habitación. Llaman a la puerta, podrían ser buenas noticias, o no. Podría escuchar un poco más y flagelarme un poco menos, tal vez reciclar el odio y enforcar su fuerza hacia otros objetivos, no lo sé. Sabes, pienso que somos armas de destrucción y que somos propensos a dañarnos a nosotros mismos, que somos nuestros peores enemigos y que cuando no conseguimos enjaular a la bestia que tenemos dentro pagamos nuestros traumas con sufrimiento ajeno.

¿Por qué destrozamos nuestra belleza y la atamos de pies y manos?, ¿por qué dejamos de prestar atención a las cosas realmente importantes de la vida, de las que se disfruta por el mero hecho de hacerlo y que implican ser el medio y el fin?

Qué incómodo e inoportuno magnetismo que convierte mis miradas fugaces en vaivenes de sexo anormal e irracional.

martes, 2 de septiembre de 2014

joy disorder

Qué complicado es sobrellevar uno de esos días vacíos en los que ni siquiera la droga te aísla de tu propio cansancio, cuando caminas por un desierto ártico que se extiende tres o cuatro veces hasta el horizonte. ¿Por qué tuviste que cambiar?, ¿porque tuvimos que cambiar?, todo se veía tan confortable bajo la inseguridad adolescente. Utilízalo una vez y destrúyelo, ¿de qué otra manera podrías evitar la depresión relativa a toda relación amorosa con su consecuente lucha de poder? Disculpen, tal vez sea cosa mía, ya que como varón me ciega más el prepucio que los párpados.

Este calor me está matando, mientras espero tumbado en la cama a que amanezca del todo, aguardando el momento de las arcadas y los mocos. Estoy hueco, y es porque ellos lo quieren así, ¿de qué manera si no un hombre libre, en un estado de derecho libre puede sentirse coartado y aplastado por las imposiciones de la cultura? Todo es mentira, la vida es una gran mentira.

Pero por encima de todo siempre he tenido la suerte de perdurar y lamentarme, de sufrir y disfrutar de esta decadencia exquisitamente perturbadora. Porque en los días que quiero morir me siento completo.