martes, 21 de mayo de 2024

Pienso en el suicidio antes de dormir y justo al despertar. Pienso en el suicidio durante el desayuno, también mientras me lavo los dientes, friego los platos o me estoy vistiendo. Pienso en el suicidio mientras camino por la calle, y El Sol, las nubes, el cielo y los pájaros me hacen pensar en el suicidio. Pienso en el suicidio de camino al trabajo deseando renunciar o de vuelta a casa después de que me despidan. Pienso en el suicidio mientras cocino, en la ducha, escuchando música. Pienso en el suicidio al tiempo que leo, hablando con personas, en pleno sexo. Pienso en el suicidio cuando sostengo frío acero entre mis dedos, cuando la gente se percata que algo raro me ocurre, cuando mirándome en el espejo no reconozco el rostro que encuentro. Pienso en el suicidio mañana, tarde y noche. Pienso en el suicidio para que vosotros no tengáis que hacerlo. Pienso en el suicidio para liberarme de todo. Pienso en el suicidio para convencerme de que siempre puedo tomar una salida de emergencia. Pienso en el suicidio para un día no tener que pensar más.

domingo, 19 de mayo de 2024

Me voy a suicidar. ¿Sabes cómo se siente? Todas las personas a mi alrededor están locas y parece que van a suicidarse en cualquier momento. Yo también estoy loco y siento que voy a suicidarme en cualquier momento, tal vez los árboles me impidan ver el bosque. A mí me da igual, no me importa, en serio, no tengo ninguna ambición y sólo quiero descansar. Observándola detenidamente la muerte parece mejor alternativa a la vida.
 
Ay, siento mucha pena. Ay, no quiero haceros daño. Sigo enamorado de mi ex. Tengo miedo de mí mismo. Paso algo de tiempo cerca de la muerte. Un ámbar espeso y ocre destilado de los frutos de la ambrosía, hay miles de pensamientos y emociones compactadas en el centro de mi cuerpo.

miércoles, 15 de mayo de 2024

Y entonces miro las pantallas, los archivos, las carpetas, los cuadernos, las hojas de papel, los borradores, los ceniceros rebosantes de droga convertida en basura, y los cristales sucios por el agua de lluvia y la cara interior de la persiana mirándome con ojos de loco. Y tanto, tanto tantísimo por hacer que me llevo las manos a la cabeza y me pregunto cuándo acabará este desorden mental que cuanto más organizo más revuelto queda. Una idea lleva a un pensamiento, el pensamiento dispara una acción, la acción se repite y se vuelve costumbre; una especie de constante, hasta que la acción reiterada florece para terminar su cometido: una obra creativa y subjetivamente artística. Todo este puto lío para nada, una metáfora invisible que se esfuma como un pedo en el aire.

Vuelvo a la cama. No es posible. Dios mío, santa mierda, no es posible que la vida sea así. Algo estoy haciendo mal, algo va del revés, algo no funciona correctamente. Y puedo diferenciar lo inexorablemente malo, por definición, también debiera mi mente ser capaz de percibir lo bueno. Carga positiva, negativa; la preocupación es adorar el conflicto. Ir pabajo es ir parriba, el Universo se pliega y se expande a través de sí mismo.

domingo, 5 de mayo de 2024

Soy el individuo que define la masa, El Gran Cero y la banda de tensión que retiene lo de adentro hacia fuera y lo de afuera hacia dentro, la frontera que no marca el final de la materia y el comienzo de las ideas. Estoy colmado de energía, pero me muevo por control remoto, me guían el instinto y el deseo capitalista, la mano invisible con la que me hago pajas. He olvidado mi forma y trata de adaptarse a todos los contornos posibles, podría estar perdiendo la cabeza: acabar en el hospital, otra vez. Pensaba que había un camino, una senda clara, ahora sé que los hechos se distorsionan. ¿Quieres saber la verdad? Agradezco la depresión, la farmacodependencia, el suicidio, el dolor, la muerte, la ausencia. Me alegro de haber nacido muerto. La locura me ha atado a la libertad, me apoyo en el placer para escapar del deseo.