martes, 21 de mayo de 2024

Pienso en el suicidio antes de dormir y justo al despertar. Pienso en el suicidio durante el desayuno, también mientras me lavo los dientes, friego los platos o me estoy vistiendo. Pienso en el suicidio mientras camino por la calle, y El Sol, las nubes, el cielo y los pájaros me hacen pensar en el suicidio. Pienso en el suicidio de camino al trabajo deseando renunciar o de vuelta a casa después de que me despidan. Pienso en el suicidio mientras cocino, en la ducha, escuchando música. Pienso en el suicidio al tiempo que leo, hablando con personas, en pleno sexo. Pienso en el suicidio cuando sostengo frío acero entre mis dedos, cuando la gente se percata que algo raro me ocurre, cuando mirándome en el espejo no reconozco el rostro que encuentro. Pienso en el suicidio mañana, tarde y noche. Pienso en el suicidio para que vosotros no tengáis que hacerlo. Pienso en el suicidio para liberarme de todo. Pienso en el suicidio para convencerme de que siempre puedo tomar una salida de emergencia. Pienso en el suicidio para un día no tener que pensar más.

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