Y las personas que te amaban mutilarán la realidad hasta que logren una lógica estética para con su discurso, y mentirán vilmente a quienes les rodean para no admitir en compañía de nadie que manipularon y actuaron conducidos por el miedo. Aquellos que me amaron nunca lo hicieron, mas tan sólo a su propio deseo de amar, pues cuando debieron mostrar su verdadera empatía actuaron en su propio beneficio al ver que de mí nada podían extraer porque nada tenía para ofrecer. Nunca se sabe, hay que estar preparado para cuando las personas que te llaman familia te abandonan como un perro viejo, para cuando inventen y tergiversen con objeto de justificar su comportamiento mercenario. Habrás ganado habiéndolos perdido, pues las lampreas se alimentan como parásitos y son incomestibles. Entonces, si venden su aprecio, ¿qué diversión remanece? Si sus relaciones se basan en una suerte de intercambio comercial en el que el ego de cada parte es el bien más preciado e idolatrado, ¿no se sienten en soledad sabiendo que nadie les quiere como a nadie quieren? Y si algún día despertaran de un largo sueño autoinducido, percatándose de que han malgastado una vida instrumentalizando a sus más cercanos, experimentarán un tormento similar al que provocan. A mí no me hará más feliz, pero a ellos sí; viven equivocados y enfermos, yo solamente enfermo.

El Trío de Omar Rodríguez López - La Ciencia de los inútiles