viernes, 18 de julio de 2014

Se mueve y no hace ruido porque se desliza suavemente.
Me sigue y me da calor,
y su recuerdo se difumina con el paso del tiempo.
Gente que ríe, aquí y allá,
bailan al ritmo y dispersan su voluntad entre el gentío y la droga.
Todos parecen tan felices,
saltando y superando las metas que la vida les impone,
bebiendo libertad del cuentagotas;
y yo tirado en la cama a mediodía esperando el momento de la culminación de mi crisis.

No importa, volveré a tragarme el orgullo
para así darle algo de trabajo a mi sistema digestivo.

El miedo es unidireccional, siempre me conduce al mismo lugar.
Sin embargo el odio tiene tantas vertientes como gotas el océano,
por eso es tan devastador.
Y por eso lo huyo aunque me invite a refugiarme en él, aunque me arrope.
Y por eso prefiero la tristeza, que aunque dramática y esquizofrénica jamás me miente.

Nirvana - Oh The Guilt (oh yeah, i really want to die)

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