domingo, 11 de junio de 2017

È inutile spiegarlo con parole

—Tenés que hacer algo ya o te vas a oxidar. Te quedás parado, pero hay que mantenerse siempre en movimiento para estar tranquilo. Mirame a mí, dije me voy y me fui. Allá en mi país todavía me están buscando, mi cara sale en los noticieros. Creen que me raptaron o que me captó una secta satánica y la pura verdad es que estoy en Málaga tomando El Sol y bebiendo mojitos. 

—¿No te asusta eso?

—¿A qué te refieres?

—Que la gente que te quiere te esté buscando y no sepan nada de ti y se imaginen lo peor.

—No tienes idea de lo que era mi vida antes.

—¿Prefieres viajar por el mundo viviendo del dinero que ganas comiendo pollas?

—Sí, ese es el punto, boludo. Me gusta tragar vergas, por eso lo hago por dinero. A ti te gusta tocar música, por eso lo haces por dinero. Tú te estás prostituyendo también, vendes una parte de ti, no es tan distinto a lo que hago yo. En realidad tú te prostituyes incluso más porque te exhibes, yo no, yo simplemente me acerco a algún pibe que me guste y me ofrezco. Después él se va con los huevos vacíos y yo con los bolsillos llenos.

—Haces que la vida parezca simple.

—Lo es, huevón. Consiste en dejarse llevar. Si la única cosa que sabés de seguro ocurrirá es la muerte entonces no hay nada de qué preocuparse salvo de vivir. Mirá, recién llegué acá y encontré un billete de cincuenta euros en los baños de la estación y te conocí a ti. Las cosas van bien si tú estás bien.

—La vida es simple, lo único complicado es la condición humana, ¿eh?

—Yo simplemente diría que no tenemos ni puta idea de cómo vivir. Pero sí, dale. Tenés razón.

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