martes, 20 de junio de 2017

Estoy aquí sentado viéndolas venir, a las buenas y a las malas.
Conduzco sin frenos y me encuentro todos los semáforos en verde.
No hago nada, sólo pienso en cosas.
Paso tiempo solo y con la música.
Un día eres un pringao y al siguiente el puto emperator de Roma,
alguien con capacidad.
Me miro los ojos en el espejo,
no sé si están rojos por los porros o por las lágrimas.
Na, estoy mejor que nunca en verdad, me gusta victimizarme.
Lloro a veces porque tengo algunos motivos.
Agarro la energía que mueve mi mano,
la deslizo,
la estrujo,
la acaricio
[oh sí qué bueno]
y suelta todo el jugo.
Hablo de tocar la guitarra,
no de pajas.

De algún modo todo está conectado,
tanto que te hace sentir un poco gilipollas al preocuparte por cosas
que no importan o no puedes controlar.
Si lo bueno se hace esperar imagínate lo mejor.
Así que aguanta y traga toda la mierda que tengas que tragar
y si te das prisa tal vez tengas tiempo para vivir un poco.

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