lunes, 31 de marzo de 2014

Tu sonrisa es un rifle y yo el blanco perfecto, siempre aciertas. En momentos me desespero y por las noches sueño que viejas amistades que rompí de pronto, vuelven a nacer sin tener en cuenta que los mil pedazos en los que se fracturaron ya fueron incinerados. Y tanto odio a mi alrededor que no lo soporto, y tan poco amor para las personas que realmente lo merecen.

A un lado lo que uno tiene, a otro lo que uno representa a ojos de los demás, atrás lo que uno es y adelante todo lo que la apariencia depravada consigue pervirtiendo corazones puros, pero lo prometo, mi integridad no tiene precio. A mis amigos no les digo que estoy triste, sinceramente me parece una mierda pasar las únicas horas que salgo de casa debatiendo mi futuro dándome la única salida que ellos conocen: estudiar y pasar de todo; es preferible pasar un rato divertido aunque banal fumando un poco. Es menester advertir que hoy me faltan muchas personas, y que si no fuera por las que todavía conservo ya no estaría aquí. En fin, decir que ya no puedo más sería demasiado tópico, pero escribir es lo único consuelo que me queda a estas horas de la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario