domingo, 27 de octubre de 2019

Me follé a Anita en el asiento de atrás de un coche, 
se sintió bien, se sintió padre. 
Yo esperaba algo más, 
yo esperaba que su cuerpo partiera el mío por la mitad 
como una roca parte un palo, 
mi alma saldría flotando, 
ambos nos llevaríamos un buen susto. 
Tenía la piel suave y un culo gigante. 
Pensaba que intentaba sentirme mejor, 
poquito a poco, 
a cada paso, 
a cada escalón. 
Pensé que me sentiría mejor, 
más suave, 
gigante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario