lunes, 9 de diciembre de 2019

Entré en combustión y casi exploto, casi mato por accidente a quienes me rodean. Por favor, no pulses el botón, por favor, no detones la bomba que llevo dentro. Tú no te arrepentirás, yo sí. Yo me habré quedado solo, vosotros seguiréis juntos. Ya me arrepiento mientras lo hago, por eso mis pulmones menguan y no quieren funcionar, es una respuesta natural del cuerpo para frenarse a sí mismo. De otro modo, por otros motivos, ya habría acabado conmigo y todos los demás. Tengo suerte de que la anatomía me permita perder el conocimiento y no pensar por algunas horas, tengo suerte de ser consciente de ello. Doy gracias, doy gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario