sábado, 7 de febrero de 2015

Es fantástico, casi mágico; presenciar como un buen día se convierte en una masa oscura de un segundo a otro. Un bulto que surge y ruge y hace crujir las persianas, ¿será el brote de la demencia?, un día más cerca para terminar mi inevitable trabajo. No es cáncer, es el terror a la inmundicia humana, quiere escapar de mi y me impide moverme. Así se alimenta la fiebre del miedo, y no me deja dormir, y mueve mis tendones por mí en momentos de silencio. Compréndeme, he alcanzado la verdad de que la libertad es utopía, y que el hombre trate de gobernarse así mismo lo es aun más.

Ven y sorpréndeme, cuéntame algo que no sepa.

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