jueves, 25 de abril de 2013

Sé que podría hacer más feliz a mi madre, pero no lo hago.

Mi vecina anciana me dijo esta mañana "Pero qué contento y qué risueño estás siempre" mientras sonreía, ¿realmente se me da tan bien aparentar? Tan sólo he rezado tres veces seriamente y en las tres ocasiones he visto cumplido mi deseo, por suerte y no por Dios. ¿O tal vez sí que ha tenido algo que ver?, es la contradicción del agnóstico convencido. Conforme leo más y más sobre el Universo más miedo tengo a que seamos una creación no de un dios, sino de alguna especie inteligente como la nuestra, ¿qué sería entonces de nosotros? ¿Por qué no creer en la carencia de motivo que de sentido a la vida? No tengo miedo a salir de este puto agujero y mirar directamente al Sol.

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