martes, 17 de enero de 2017

Nunca tuve un corazón pero puedo imaginar lo que se siente, así como un hombre triste puede fingir felicidad pero no al revés, si estás vacío por dentro la estructura finalmente cederá. Estoy en mi momento surfeando olas de mierda líquida por sus bordes, siendo condescendiente, siempre condescendiente porque es la mejor defensa ante este mundo hostil. Carga los fusiles y limpia las bayonetas, cuando el hedor se hace insoportable, colega, no querrás estar allí sin un arma.

No es egocentrismo, es amor propio. No es miedo, es desidia. No era un impedimento, era una excusa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario