Hoy ha sido un día difícil porque sólo he tomado decisiones fáciles. No es suficiente con ser positivo, permanecer en el sofá pensando en las magníficas cosas que podrían ocurrir y creer que esa es una acción lo suficientemente fuerte como para desencadenar una reacción siquiera positiva o trascendente. Así que hay que salir ahí fuera y mojarse y marcharse y deprimirse, coger al toro por los cuernos y recibir una cornada necesaria. A veces algunas más.

En días como hoy trato de evitar pensar en las cosas que tengo que hacer y no hago, patéticas minucias más insignificantes que el pedo de una mosca, tal vez por eso me joden tanto, porque son totalmente relevantes pero estoy obligado a prestarles atención. Cuando las cumpla (o las abandone) vendrán más, igual de estúpidas o no, da igual, nunca estaré satisfecho. ¿Es un triste destino? Así que he recapacitado, y wow, no me gustaría nada morir mañana y darme cuenta de que no he hecho una mierda comparado con lo que soy capaz de hacer. Simplemente voy postergando las cosas, como todos, ¿no?

En fin, estoy surfeando la cresta de la madrugada mirando de frente al infierno futuro. ¿Cómo cojones voy a encararlo? Creo que ni siquiera importa, dentro de un año estaré descojonándome de mí mismo y todas estas palabras bonitas serán una simple anécdota, así que no creo que la cosa vaya únicamente de pensar en positivo, sino de ser realista y confiar más en mí que en la casualidad. Yo voy con Krishna de mi lado y todo lo que quiera darme será aceptado, y todo lo demás puede joderme pero no matarme si yo no lo permito.

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