Me he encontrado en Tinder a mi crush de toda la vida y no me ha hecho match, todo el dinero que entra en mis bolsillos sale de ellos convertido en droga y mi gato me trata con desdén porque nunca me quiso. Por lo menos aún, pienso, puedo tumbarme tranquilo en mi cama y dormir de día y de noche, por lo menos no tengo a nadie que me presione por mi desidia.
He aprendido que con la cantidad de química suficiente en el cuerpo nada hiere y todo es posible, el puro bienestar viene encapsulado en forma de píldora, tengo las llaves de las puertas del cielo y las abro cuando quiero.
La conciencia está toda en el cielo almacenada, por eso la idea de la muerte es sólo una conceptualización del esparcimiento material de los átomos que componen físicamente nuestros cuerpos, el entrelazamiento cuántico es real. Y doy gracias al Señor por la gracia que ha volcado sobre mí y la suerte que esparce en mi camino, trato de utilizarla como herramienta para construir un gran palacio dorado, para que todos lo contemplen, vivan en su interior y admiren lo hermosa que es la vida.
Debo dar gracias por esta enfermedad porque gracias a ella he aprendido grandes cosas.
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