Yo ya nací cutre, podrido, asustao. Del coño de mi madre para el mundo, el universo observándose a sí mismo por medio de la droga, acepta su tendencia a la autodestrucción como único método fidedigno para la auto-renovación.
Continúa el ciclo, se dibuja un círculo, el pasado y el presente se solapan, la realidad es violenta y aburrida y he perdido cualquier interés en ella.
Sin mi medicación no soy nada, soy algo incapaz de generar valor, por lo tanto también yo carezco de valor. Tengo miedo de quedarme así para siempre o incluso de ir a peor. Necesito terapia, pastillas y amor. Todo lo que encuentro es miedo, inquina, temor.
Fumo porros, fumo muchos porros dirían algunos, trabajo mucho, trabajo como un perro, trabajo pa cubrir mi futuro y cubrir el de los míos. El amor me guía, me ilumina, me alimenta; la idea del amor es lo único que me sustenta, la idea de lo que nunca llega.
No importa demasiado el sufrimiento de uno ni de otros, todo es un cuento malo que hay que leer hasta el final, si la existencia carece de trascendencia entonces el dolor pierde su importancia. Somos libres para vivir y enloquecer. El siguiente paso en la evolución humana es el suicidio masivo.
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