miércoles, 28 de diciembre de 2022

En la cama abrazaditos como dos gatitos que han encontrado algo etéreo y bonito, y le dan cariño y lo cuidan juntitos. Frotan sus cabezas, se lamen mutuamente con los ojos cerrados, son máquinas de matar que eligen amar. Crean su diminuto universo dentro del nuestro, impenetrable, patente pero invisible. Y se alimentan el uno del otro como si fuesen un mecanismo de movimiento perpetuo, generando energía sin cesar.

Chicles de fresa y menta, no soy el mejor compañero pero se intenta, sonríe o muere, siempre me apetece sonreír en tu presencia. Y hay una puerta entreabierta que conecta nuestras almas, a veces se siente de maneras muy poderosas. No estoy loco pero casi, es agradable ver que tú también.


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