domingo, 1 de julio de 2012

Summer time.

Tal vez fue un error, nuestra caída a lo mejor fue una equivocación, ¡quizás tengamos la misma madre!, ella seguro nos amaba, pero tropezó y nos soltó por accidente a este desolado lugar, aun nos quedan tantos hermanos por conocer... Pero es como si tuviéramos la mitad del trabajo hecho porque tú y yo ya nos hemos encontrado. Charlando juntos es como si nos hiciéramos viajar a nuestras galaxias de origen, como una mirada transversal a lo largo de miles años luz que me hace soñar con mi hogar verdadero.

Te siento como un viento céfiro que sopla desde el subtrópico y me provoca inspiración, para mis neuronas eres el hallazgo del milenio. Algunas veces me pareces mentira. Hablando sobre cualquier cosa, que no acostumbran a ser insignificancias, pasamos la tarde, ideas y temas de conversación aparecen por sorpresa en nuestras cabezas como estrellas fugaces y es como si el día no fuera lo suficientemente largo para tratarlas todas, pero sí lo suficientemente intenso, nosotros lo hacemos intenso. Recordamos sin tapujos ni rencillas nuestros días de unión, adoro evocar contigo, ¡lo adoro! Conversaciones en las que somos entrevistador y entrevistado al mismo tiempo, en las que somos periodista y artista, en las que nos sentimos como el guitarrista rubio, este es el modo en el que sabía que estaría contigo. Tumbados boca abajo o con la cabeza al revés, o simplemente tendidos en la alfombra dialogamos de un modo tan puro e inocente, amo la sencillez con la que las horas se escapan y cae sobre nosotros el atardecer.


Lo mejor de todo, es que nos quedan tantas cosas por hacer, que nos hemos propuesto y realizaremos.

John Frusciante & Anthony Kiedis - Under The Bridge

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