martes, 8 de agosto de 2017

Camino por las oscuras calles, solitarias calles
escuchando con atención los sonidos interiores de las casas.
Conversaciones entre familiares y amigos, noticias del telediario;
todo acompañado de fugaces vistazos a través de las ventanas.
Casi puedo sentir la calidez de esos hogares que rezuma y rebasa los alféizares.

Camino por las oscuras calles después de otra jornada nefasta.
Poco dinero es poca droga, pocas risas, pocas cosas que hacer.
Pocas ganas es algo muy distinto, entonces ya ni el dinero te salva.
Hay que saber mantener el tipo o estás perdido,
a veces hay que saber jugárselo también, sino olvídate, no lo intentes siquiera.

Pienso en una copa de vino, una cena con velas, un beso desaconsejable.
Dormí en el aeropuerto mejor que en mi cama,
mejor en el suelo buscando calor en una esquina
que esquivándolo entre sábanas con las luces apagadas
y una bombilla parpadeando dentro mi cabecita.

Muchas cosas malas muy fáciles de hacer y pocas buenas,
además difíciles de emprender.
Si quieres algo sal a buscártelo
porque difícilmente te lo regalarán sin pedir nada a cambio,
y si no lo consigues no andes por ahí culpando a los demás y maldiciendo tu suerte
porque sólo tú serás el responsable,
Dios nunca tuvo obligación de hacernos felices.

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