domingo, 27 de agosto de 2017

Poca vida o poca muerte, poca esperanza y poca suerte. Muchas ganas de hacer cantidad de cosas y poco dinero, así que seguiré cansándome por unos euros, que no es tan malo. Las necesidades están ahí ocupando un sitio fingiendo ser tú, disfrazándote de gilipollas para conseguir un poquito de cariño. Tal vez el problema esté en mí, sin duda parte de él al menos.

Derramado en la cama, pensando en todo sin ver nada, un poco es más que suficiente y algo me viene de sobra. Soy un dios dormido y sin fuerzas, una roca al lado del camino, un eremita que casi muere y permanece casi vivo fundido con el entorno. Soy un tío vago y triste que se esfuerza eventualmente porque las cosas vayan a mejor, y poco a poco creo que lo voy consiguiendo. Mierda, ¿quién iba a imaginar que esforzarse merecía la pena?

No hay comentarios:

Publicar un comentario