miércoles, 19 de febrero de 2014

Aun con todo no todo da igual.

Tan sólo una ducha caliente hace que me levante de la cama horas después de que la alarma dejara de sonar, porque no tengo ilusión ni motivos para despertarme y disfrutar cada mañana. ¿Están ustedes hartos de que día tras día, semana tras semana y mes tras mes no haga otra cosa que escribir textos idénticos en contenido?, pues imagínense estar sumergidos en ellos veinticuatro horas al día. Cuando caigo en picado regreso al mismo lugar en el que empecé, es como un ciclo, y mentiría si dijera que no es precioso volver a llorar por momentos del pasado que se perdieron irremediablemente. Por pura desidia me veo malgastando mis días, convirtiendo mi rutina en un ruinoso y oscuro laberinto sin salida aparente. La soberbia me hizo libre y ahora ella misma me encarcela.

1 comentario: