sábado, 8 de febrero de 2014

Come on baby, light my fire. (6)

De nuevo postrado viéndolas venir, los viejos fantasmas no desaparecen nunca, vuelven en momentos de flaqueza. Tradición, desapego, miedo, indecisión; son conceptos con los que trato constantemente, quién pudiera vendarme los ojos para no ver. Malgasto mi futuro, mi salud y si hace falta mi vida entera por mantener esos principios que me llevarán a la ruina, debe ser que nací en el planeta equivocado o que mi carne es demasiado débil. Preguntando a qué y rezando a quién por no llegar a ser feliz cuando mis manos tiemblen y mi piel sea arrugada, por no aprender a devolver a mi madre todo lo que me ha dado cuando ella ya no esté. Volver a renunciar a todo un año más, un año más viejo; y recordar aquellos tiempos en los que éramos críos que se hacían daño entre sí de manera inocente, ah, ¿adónde se fue a parar nuestra inocencia? Algunas cosas perduran desde entonces, pero sobre todo malas porque lo doloroso ocupa más espacio en el corazón que lo grato. Escucho a los Chili Peppers, como si pudiera evocar otros días escogiendo lo bueno y lo malo, porque hacia todo lo pretérito siento nostalgia. 

A veces pienso mientras toco y canto alguna de mis enfermas canciones que tú eres mi público y te seduzco con una balada y un bailoteo ridículo como lo haría el mismo Turner, ven a mí al amanecer y márchate al atardecer. Leo y leo tratando de encontrar claves para la felicidad porque ya las busqué en muchos fondos de botellas, pero sólo encuentro conocimientos, ellos únicamente me hacen darme más cuenta de lo podrido que está el mundo. Mi rutina rota en pedazos diminutos, ¿qué más podía hacer? Todo el mundo cree comprenderme, pero sus consejos son presiones, y no porque dicten el camino que he rechazado; la mejor opción no es siempre la más sensata.

En la más oscura de las noches, de pronto como salido de un portal invisible surge la esperanza, un extraño sentimiento cálido y pleno soportado por pilares de placeres hedonistas, ¿es así cómo queréis que supere esta depresión? Rechacé hace mucho consuelos que llenan pero no sacian, omnisciente sólo de cosas que desearía ignorar.

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