martes, 25 de febrero de 2014

VaZío.

Un día sin decepciones es un día extraño. Soluciones, ¿dónde las encuentro?, ¿cómo huyo de la tristeza si su dulce confort me aclama con su aroma, si me funde a llamadas por las noches y por las mañanas no me deja levantarme de la cama? Empeñarse en vivir o empeñarse en morir. Ya no tengo dudas, todas las necesidades físicas son un lastre, un peso que causa discriminación y odio hacia uno mismo; y si sólo somos carne y huesos, lo siento, no valemos nada. Soy un hombre, y si la providencia moldeó mi cuerpo y mi espíritu debería de entender el derecho que tengo a elegir mi conducta; ningún dios puede anteponerse a ningún humano. 

"La lógica es un malvado invento, el amor lo inventó Hollywood, todo es un complot con intención de globalizar incluso nuestros sentimientos al más puro estilo Proyecto de Complementación Humana", me dicta mi miedo disfrazado de rencor.

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