domingo, 13 de mayo de 2018

Hay un hombre que ha perdido la talla, la postura, las fuerzas. Parece un animal moribundo cuando hay que moverlo de un sitio a otro, su cabeza se cae hacia adelante, ha perdido la energía de su voz. Casi llega a ser un reflejo del hombre que fue, ahora tan menudo y contemplativo que ya no habla. Con un poquito de él nos conformamos, con una sonrisa, un gesto de deseo ante un trago de cerveza, es suficiente cuando lloramos juntos y nos apoyamos mutuamente. Él ya quiere irse, nosotros queremos que se vaya, aunque vamos a echarlo de menos él no sufrirá más, estará tranquilo y nosotros le recordaremos. Por favor, cuanto te marches no te guardes nada sólo para ti, porque te amamos. Nos viene grande esta maldición, nos lleva la marea. Por favor, no te guardes nada, porque te amamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario