Dos noches con la nariz metida en la nieve, también parte de la mañana. Ahora que he cambiado unas drogas por otras también han cambiado mis sensaciones. La mejor sustancia es la que te abstrae de este plano y te lleva al que debes estar en ese momento.
Dos noches con la nariz metida en la nieve y dos días sumido en un profundo sueño inducido por psicotrópicos. Siento esta rabia afilada clavarse en mi carne, sólo me calma este delicado polvo de hada.
Cinco días que se convirtieron en dos, tantas cosas por dentro, tantas cosas por decir y tan poco tiempo. Y ahora estás lejos, otra vez, y no podré mirarte la sonrisa cada día.
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