domingo, 27 de enero de 2013

No sabéis lo poco que me importa qué opinéis de mí.

No soy feliz y no recuerdo la última vez que lo fui, pero si me acompañas, sin que pueda notar tu presencia, tal vez logre descubrirte hacia la verdad. Me demuestro a mí mismo lo vago que puedo ser, ¿de verdad estoy destrozando mi futuro?, no me importa en absoluto. Desde ayer tengo tres cigarros menos de vida, porque si la droga no me convierte en ceniza lo hará el propio tiempo, no encuentro entonces diferencias. Si gano o pierdo sí importa, pero el fin no justifica los medios, ¡nunca!, pero no sabéis verlo.


Desprecian mi manera de ser porque sus padres les enseñaron de críos que la droga es mala, pero ellos son adictos. Piensan que soy un inútil porque la sociedad les presiona para hacerles creer que ser triste es malo, pero es ella la que les limita. Menosprecian lo diferente, cuando todos ellos son iguales.

2 comentarios:

  1. Esta entrada me ha hecho reflexionar mucho. Es increible como la sociedad nos hace clasificar las cosas en malas o buenas sin que nos lo planteemos antes si quiera... Y encima viendo que un día nos dicen por la tele que algo es bueno y al siguiente nos dicen que es malo. Crean personas sin criterio propio pero que critican todo. Es para darse cabezazos contra la pared....

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    1. Nunca hay que dejarse llevar por la corriente, pero sí reflexionar sobre ideas distintas a las tuyas. Sólo así se puede aprender sin perder tu esencia.

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