domingo, 24 de noviembre de 2013

Vazío.

¿Las risas se han ido o se ha ido lo que las provocaba? ¿Qué podría sonar más prometedor y puro que los ecos de recuerdos pasados? Cuando estoy decaído me gusta pensar que todo tiene un porqué, una razón, y que todo está predeterminado para que las injusticias de este mundo se curen y al morir todo merezca la pena y nada importe. No sé qué busco, sé lo que he encontrado, y es la posibilidad de acabar con todo dolor, al menos mortal, y que no sé si es lo que necesitaba descubrir. ¡Pero si alguien quiso situarme aquí debió ser por algo!, y si así fuera, ¿no se sentiría dicho individuo con necesidad de castigarme en el caso de que decidiera revocar su decisión y acabar con mi existencia? Mi tía dice que ojalá fuéramos algo más que átomos y energía que acaban tranformándose, mi madre dice que hay algo; y mi abuela no dice nada porque está muerta y eso es lo único totalmente cierto. Pero algunas noches la puedo sentir, en una foto, en una pared, en las cortinas de mi habitación que se mecen con el viento y rozan mi coronilla mientras permanezco tumbado.

De mi pasado echo de menos hasta mis viejas obsesiones, la inocencia de cuando aún no éramos unos drogadictos. Dime qué hago si no ceso de llorar, se trata de soportar el llanto o morir desidratado. 

John Frusciante - Dying

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