sábado, 4 de abril de 2015

You know why I sing the blues.

Cómo empezar estas líneas hablando acerca de algo que no hace ruido, pero cuyo sólo pensamiento me hace temblar. Escucho aullidos de un viejo lobo camuflados entre acordes de quinta y el ritmo del Mississippi, cortando el viento con malos presagios, jamás me había sentido mejor. Años vista de recorrido arduo, y en el horizonte un apacible oasis de serenidad tal vez otorgado por la muerte o por el deseo cumplido de un hedonista perdido por sus placeres. Robemos un momento a aquello que quiere robarnos la vida y disfrutemos de lo único que tenemos casi con seguridad, esta noche voy a drogarme o a tumbarme en un asqueroso sofá a compartir risas con algunos de los míos (que resolverán por marcharse algún día).

No hay comentarios:

Publicar un comentario