lunes, 29 de mayo de 2017

Tengo jazmín plantado en la puerta de casa por si algún día vienes a verme tener flores para darte,
tengo cerveza helada en la nevera sólo en caso de que me rompas el corazón y necesite algo frío para bajar la inflamación,
tengo una pila de versos que no soy capaz de dar a nadie porque sólo tú los mereces.

Hay flamenco sonando por la radio, un incendio en mi cabeza y humo saliendo por la chimenea.
Sorpresas bellas que podrías ver en mí, pero no sé si serás capaz.
En mi mente las cosas siguen estando por el suelo tal y como las dejaste,
espero que algún día vuelvas para arreglar este desastre.
Están tus colillas en el cenicero que venero como a una reliquia
y tu ropa que ni siquiera tengo fuerzas para tirar.
Ahí siguen y ahí seguirán.

No quieras querer a quien no quieres por no tener a quien te quiera,
no hagas un nudo en tu corazón si es para deshacer el mío.

Pero si de alguna manera decides regresar, si de algún modo has perdido el juicio.
Entonces tendrás ramos de flores y cerveza fría y poemas.

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